Oxigenoterapia. Qué es y cómo ayuda a la insuficiencia respiratoria

Respirar es una función vital que permite llevar el oxígeno a la sangre y eliminar el anhídrido carbónico, gracias a un intercambio de gases que se produce en el interior de los pulmones. Los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y otras enfermedades pulmonares, como la fibrosis pulmonar, pueden tener un bajo nivel de oxígeno en su sangre, debido a un inadecuado funcionamiento de sus pulmones, llegando a sufrir lo que los profesionales sanitarios llaman insuficiencia respiratoria. En muchos de estos casos se pauta el tratamiento conocido como oxigenoterapia. 

Es bastante frecuente encontrar a personas de edad avanzada (o no tanto, pero con problemas pulmonares), que llevan en un carrito una botella de oxígeno y en la nariz las conocidas como “gafas nasales”, que son esas pequeñas cánulas que se colocan en las fosas nasales para administrar el oxígeno. En otros casos, los pacientes usan una máscara que les cubre boca y nariz.

Síntomas de la insuficiencia respiratoria y diferencias con la disnea

Los síntomas de una insuficiencia respiratoria pueden variar desde una mayor dificultad para realizar actividades rutinarias como vestirse, ducharse y subir escaleras, hasta experimentar un cansancio extremo que dificulte casi cualquier movimiento o actividad, así como somnolencia.

La insuficiencia respiratoria no es lo mismo que la dificultad para respirar, que se llama disnea. Se puede tener disnea, pero no necesitar tratamiento con oxígeno. De hecho, la oxigenoterapia o tratamiento con oxígeno complementario no alivia la disnea, sino la falta de oxígeno en el organismo y sus posibles consecuencias. 

Cuándo es necesaria la oxigenoterapia y qué supone

El especialista en Neumología es profesional más indicado para pautar este tratamiento. Por normal general la oxigenoterapia está indicada cuando se detecta una situación de hipoxemia aguda o crónica, con pO2 inferior a 55–60mmHg, una cifra que se corresponde con una saturación de hemoglobina del 90%. 

El uso terapéutico del oxígeno se realiza en concentraciones mayores a la del aire ambiental (21%), para prevenir y tratar la hipoxia, y asegurar las necesidades metabólicas del organismo. En definitiva, permite aumentar la cantidad de oxígeno que el paciente respira, aumentando el aporte a órganos vitales como el cerebro o el corazón. 

Consejos para un buen uso de la oxigenoterapia

El tratamiento con oxigenoterapia es personalizado, y es el profesional el que determina el dispositivo más adecuado para cada caso y cada paciente, fijo o portátil, así como el flujo necesario, en litros por minuto y el tiempo que debe usarse. 

Los especialistas en Neumología del grupo sanitario Ribera explican que los pacientes pautados con oxigenoterapia pueden aumentar las horas de uso, pero no el flujo sin consultar con su médico. Cada sesión suele durar entre 60 y 90 minutos, aunque puede variar según la condición y características del paciente.

Además, la oxigenoterapia crónica aumenta las expectativas y la calidad de vida de los pacientes.

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