La Navidad es una época del año cargada de simbolismo, luces y celebraciones. Para muchos, es un momento de alegría y reunión familiar; sin embargo, también puede ser una época desafiante para quienes enfrentan sentimientos de soledad, tristeza o estrés. En esta entrada al blog de salud del grupo sanitario Ribera, hoy vamos a ponernos en el lado de quienes tienen sentimientos que les impiden disfrutar, como seguramente les gustaría, de la Navidad.
Las emociones que afloran durante las fiestas son intensas, y no siempre son positivas. Por ello, reflexionar sobre nuestra salud mental en Navidad es clave para vivir estas fechas de manera más equilibrada. “Es importante reconocer que cada persona vive este período festivo de una manera distinta y que sus emociones pueden estar influenciadas por su historia personal, sus relaciones o su estado emocional de ese momento”, tal y como explica Daniel Valencia, psicólogo del Hospital Ribera Juan Cardona.
Sentimientos negativos más habituales en Navidad
Aunque la Navidad puede traer consigo felicidad y esperanza, también despierta emociones como:
- Soledad: La ausencia de seres queridos, ya sea por distancia, fallecimiento o conflictos, puede hacer que estas fechas sean especialmente difíciles.
- Estrés: Las demandas de la temporada, como los gastos excesivos, las reuniones sociales y la presión de cumplir con expectativas, pueden generar tensión.
- Nostalgia: Recordar tiempos pasados o personas que ya no están puede intensificar sentimientos de melancolía.
- Ansiedad o depresión: Para quienes ya enfrentan trastornos emocionales, la intensidad de la Navidad puede agravar los síntomas.
Principales causas de la tristeza navideña
Las emociones negativas suelen tener sus raíces en factores como:
- Aislamiento social: No tener una red de apoyo o sentirse desconectado de los demás.
- Expectativas poco realistas: La idealización de la «Navidad perfecta» que vemos en los medios o en redes sociales.
- Presiones financieras: El esfuerzo por cumplir con regalos, decoraciones y celebraciones puede ser abrumador.
- Cambios en la rutina: Alteraciones en el sueño, la dieta o los hábitos pueden afectar el estado de ánimo.
- Duelo y pérdida: Las ausencias se sienten con más fuerza durante fechas cargadas de simbolismo emocional.
Trucos para superar la Navidad con más alegría
Para quienes encuentran la Navidad una época difícil, hay estrategias que pueden ayudar a abordar estas fechas de forma más positiva:
- Cuidar la salud física: Mantener una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y realizar ejercicio.
- Establecer límites: Decir «no» cuando las demandas externas sean excesivas y proteger el tiempo personal.
- Conectar con otros: Si no tienes familia cerca, busca actividades comunitarias o reuniones con amigos.
- Crear nuevas tradiciones: En lugar de enfocarte en lo que falta, construye momentos que tengan significado para ti.
- Practicar la gratitud: Reflexionar sobre lo que tienes y enfocarte en pequeños aspectos positivos del día a día.
- Buscar momentos de calma: Dedicar tiempo a la meditación, la lectura o cualquier actividad relajante.
Daniel Valencia, psicólogo del hospital Ribera Juan Cardona, asegura que “si conocemos a alguien que lo está pasando mal en Navidad, lo más importante es estar ahí para esa persona, sin juzgar. A veces, lo único que necesitan es que alguien los escuche con empatía y sin tratar de dar respuestas u opiniones sobre sus problemas”. Además, aconseja evitar frases como «anímate» o «no es para tanto», porque pueden hacer que la persona se sienta incomprendida. En su lugar, podemos decir cosas como «Entiendo que esta época es difícil para ti, ¿cómo puedo ayudarte?”.
Además, el especialista del hospital que el grupo Ribera gestiona en Ferrol, hace referencia a los clásicos “conflictos familiares” en las reuniones de esta época del año. Aconseja evitar temas sensibles y el contacto directo con personas con quienes hay tensión.
Cuándo buscar ayuda profesional
Es importante identificar los síntomas que podrían indicar que necesitas ayuda de un especialista. Algunos signos incluyen:
- Sentimientos de tristeza que duran varias semanas y afectan tu capacidad de funcionar.
- Dificultad para disfrutar de actividades que antes eran placenteras.
- Cambios significativos en el apetito o el sueño.
- Sensación persistente de desesperanza o inutilidad.
- Pensamientos recurrentes de autolesión o suicidio.
En estos casos, acudir a un psicólogo o psiquiatra puede marcar una gran diferencia. La salud mental es tan importante como la salud física, y buscar apoyo es un acto de valentía y autocuidado.
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