-
El Departamento de Salud Mental del Hospital de La Ribera habla de cómo hacer frente a los mitos de la Navidad
-
Superar el consumismo y conseguir disfrutar de las fiestas en plenitud debe ser el objetivo
La Navidad es un tiempo cargado de mitos y de leyendas, necesarios como estímulos de la imaginación y de la filantropía, del tiempo de paz y del amor por el prójimo. Pero es demasiado proclive a la exageración del valor de la normalidad y a la búsqueda de familias felices “siempre”, proponiendo expectativas a los padres y a los niños poco realistas.
Ciertos medios de comunicación aprovechan estos días para propagar utopías tanto de consumismo como de imagen idílica de la familia perfecta, sin conflictos, que no existe. Las relaciones, no solo familiares, son en sí mismas conflictivas (que no es lo mismo que disruptivas), al entrar en comunicación diversas maneras de ser.
Junto a ello, la Navidad nos hace caer en clichés, en situaciones personales y sociales envueltas en “papel de plata” hollywoodiense, con casas, coches, fiestas y entornos paradisíacos a los que aspiramos sabiendo que nunca, salvo que nos toque la lotería, alcanzaremos.
Por ello, frente a estas situaciones poco realistas, debemos esforzarnos por vivir este tiempo valorando en cada momento lo que tenemos:
1) Disfrutando cada momento presente con los nuestros, la celebración, la ilusión del futuro juntos.
2) Recordando cada momento pasado con los que ya no están pero que nos han aportado sentimientos duraderos de validación personal.
3) Compartiendo con los más pequeños, aprovechando para pasar más tiempo con ellos.
En esta época, muchas personas con enfermedades mentales crónicas pueden sufrir, más que en otros momentos del año, la sensación de soledad, estrés y miedo, la impresión de ser diferentes o con menos posibilidades de integrarse que otros.
Es, por tanto, un buen momento para que se sientan reforzados por el entorno familiar que les quede, afirmándoles, defendiendo y validando como merecen el valor de la ilusión, de la expectativa de mejorar, de alcanzar sueños.
Regalos
En cuanto a los regalos, y frente al consumismo desmedido que prolifera en estas fechas, mejor ofrecer un mensaje de amor, de cariño, una tarjeta con un corazón, un símbolo,…, a un amigo o familiar, que un regalo material. Más aún en estos momentos de crisis económica.
Una frase, una mirada, un gesto y, sobre todo, la evitación activa del desamor y de la violencia, hacen que sí vivamos, que sí podamos disfrutar plenamente de la fiesta de la Navidad.
Frases para reflexionar y regalar (son gratis)
- “Lo difícil se consigue, lo imposible se intenta. No solo en Navidad, sino cada día”.
- “Aunque el tiempo transcurra deprisa, la Navidad nos deja eternos instantes”.
- “El temps és el millor regal que podem donar i rebre, i no sols al Nadal”.