Todo parece indicar que el próximo sábado 2 de mayo las normas de confinamiento por la crisis de Salud Pública del COVID19 permitirán que salgamos a hacer deporte, de manera individual: correr, andar o salir con la bicicleta son algunas de las actividades más populares entre quienes antes de la pandemia realizaban ejercicio físico de manera habitual. Puede que tengamos que adaptarnos a una franja horaria determinada o conformarnos con una distancia limitada… pero tras siete semanas de confinamiento y la limitación de las paredes de nuestros hogares, no parece que ninguno de estos condicionantes vaya a pararnos.
Pero cuidado. Es importante ir paso a paso y no intentar recuperar en un día -ni en dos- los kilómetros que no hemos recorrido en 48 días de encierro. No importa que nos hayamos ejercitado en casa, con tablas de diferentes modalidades. Es importante que la vuelta al ejercicio en espacios abiertos sea progresiva, gradual. No debemos precipitarnos. Por el bien de nuestra salud.
Cristina González, supervisora de Fisioterapia de Ribera Salud en el Hospital Universitario de Torrevieja, ya nos aconsejaba, antes de esta crisis sanitaria, prudencia y paciencia en los inicios de una actividad como es correr. Ahora, tras casi dos meses en el dique seco, estas recomendaciones toman aún más fuerza. Hay que recordar que la mayoría paramos de repente. No es que dejáramos de hacer el ejercicio físico habitual. Es que nos encerramos en casa y apenas hemos salido, más allá de las compras necesarias -o los desplazamientos obligados quienes han seguido trabajando-. Es posible que más de un día hayamos dado menos de 100 pasos.
Nuestra especialista de Ribera Salud explica que, si el sábado es finalmente el día en el que nos dejan salir a ejercitarnos, es importante que comencemos con un calentamiento suave y acabemos con estiramientos, que nos ayudarán a prevenir lesiones. Para los “runners” insiste, además, en que “empezar a correr es un proceso” y debemos tener como meta la recuperación de nuestra forma física y la resistencia. Pero en general las pautas que nos da se pueden aplicar también a la bicicleta y a quienes acostumbraban a ejercitarse con largas caminatas a un buen ritmo.
Cristina González asegura que es recomendable empezar caminando y progresivamente, en función de la capacidad física y el estado de salud de cada uno, aumentar los tiempos de caminata, combinar con algunos minutos de trote y avanzar hacia una carrera suave que, con el paso de los días, seguramente permita recuperar los tiempos y la intensidad de hace casi dos meses.
Pero nuestra especialista insiste. “No debemos sobrepasar nuestras posibilidades. Es importante escuchar a nuestro cuerpo”, asegura, para que nuestro sistema cardiovascular y musculoesquelético vuelvan a adaptarse progresivamente a la que esperemos sea una rutina que no tenga que interrumpirse de nuevo.
Disfrutemos, por tanto, de estas salidas para ejercitarnos, recordando siempre que es importante también cumplir con las normas de distanciamiento social y garantizar que entre nosotros y cualquier otra persona que nos crucemos hay un metro y medio de distancia. Es aconsejable, además, evitar las horas y los emplazamientos más concurridos, para disfrutar con mayor comodidad y seguridad de la progresiva vuelta a la rutina de ejercicio físico que cada uno tuviera antes de la pandemia.