El Covid nos ha cambiado la vida a todos. Pero muchas personas mayores sienten que les ha quitado, como mínimo, año y medio de vida en familia, de viajes, de comidas o cenas con amigos, afectando, en mayor o menor medida, a su salud mental.
“A mi edad, un año y medio es mucho, porque no sé cuánto tiempo me queda y me gusta aprovechar cada minuto al máximo”. Este es un pensamiento compartido por muchos mayores que aun teniendo buen ánimo y un espíritu positivo, han sentido mucho la ausencia o la menor presencia de la familia y los amigos, de los besos y los abrazos, aunque fuera por una buena causa como es la de protegerles del virus. El próximo domingo 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental y los especialistas del grupo sanitario Ribera aseguran que después del duelo por las pérdidas inesperadas, “el deterioro físico, cognitivo y emocional que ha supuesto la pandemia ha cristalizado especialmente en las personas mayores la incertidumbre”, tal y como señala la psicóloga del Hospital Universitario de Torrejón, Marta Gadea. A esto podría añadirse el cansancio y la desesperanza.
¿El Covid no va a acabar mientras viva? ¿Podré besar y abrazar a mi familia otra vez con tranquilidad? ¿Cenaremos todos juntos este año en Nochebuena sin miedo a contagios? Estas son algunas de las preguntas que provocan desasosiego, tristeza y, en algunos casos, pérdida de incentivos en el día a día que desembocan en las cada vez más frecuentes depresiones pandémicas. En algunos casos, ni siquiera hay una reacción activa al sentimiento de desesperanza y los mayores simplemente dejan de prestar atención por falta de motivación.
Ya antes del Covid, en España había más de dos millones de personas que vivían solas, la mayoría mayores, y esta pandemia ha aumentado el aislamiento y desconexión social de muchos, afectando de manera importante a su salud mental, además de a la salud física por un mayor sedentarismo, peor alimentación y la ausencia de controles y revisiones.
Marta Gadea Rojo, psicóloga del Hospital Universitario de Torrejón, asegura que, a nivel individual o intrapsíquico, “son múltiples las dolencias mentales que han surgido en la población en los últimos meses: ansiedad, miedo, preocupaciones e incertidumbre, somatizaciones, tristeza”. El doctor Alberto Garrandés, psiquiatra en este mismo centro sanitario, explica que las familias deben estar alerta ante “cambios en el carácter habitual de la persona mayor, que persistan en el tiempo y que influyan negativamente y de manera marcada sobre su funcionamiento normal”. Por ejemplo, explica, “si hablamos de un trastorno del ánimo, habría que preocuparse si notamos a la persona cada vez más apática, apagada o poco comunicativa, siempre teniendo en cuenta la situación previa, su personalidad, forma de relacionarse, afectividad, etc”.
CONSEJOS PARA LOS MAYORES EN PANDEMIA
La doctora Helena Díaz, jefa de Servicio de la Unidad de Salud Mental del Hospital de Torrejón, nos facilita diez consejos para ayudar a los mayores a afrontar la convivencia con el virus.
1. Hablar con algunos de sus vecinos, para que puedan disponer de una ayuda en algún momento si lo necesitan.
2. Intentar mantener vida saludable (realizar ejercicio físico al aire libre).
3. Supervisar su estado salud físico y acudir a las revisiones y chequeos programados.
4. Construir un pensamiento en positivo (salir del catastrofismo y de mensajes en color gris).
5. Mantener contacto con familiares y amigos.
6. Cuidar una dieta sana y equilibrada, no dejar de salir a la compra, respetando esos horarios menos concurridos.
7. Seguir desarrollando aquellas actividades que les gustan, pero con adecuada protección.
8. Fomentar el contacto con sus lugares de origen, y sitios de esparcimiento (pueblos, casas de campo, playas…)
9. Trasmitirles seguridad y protección. Evitar mensajes confusos, y caminar hacia atrás.
10. Insistirles en que LAS MASCARILLAS NOS AYUDARAN A SER LIBRES.
La Unidad de Salud Mental del Hospital Universitario de Torrejón organiza sesiones grupales para mayores desde el pasado mes de marzo, con un terapeuta ocupacional y un trabajador social, con el fin de ayudar a este colectivo en este tiempo de pandemia.
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