Para la mayoría de las personas, vivir con cáncer es el desafío más grande al que se han enfrentado. Puede cambiar sus rutinas, roles y relaciones. Puede causar problemas de dinero y de trabajo. Los tratamientos pueden cambiar la forma en que se siente o su apariencia.
Y es que el diagnóstico de un cáncer, los efectos de los tratamientos y la fase de recuperación constituyen una experiencia difícil, tanto para la persona enferma como para sus familiares. Conlleva un reto de adaptación a una situación cambiante e incierta.
Como apuntan nuestros especialistas en psicología, algunas de las estrategias y recursos para afrontarlo pueden ayudarnos a convivir con la enfermedad. La comunicación entre el enfermo, la familia y el equipo sanitario, va a facilitar el bienestar de todos y la búsqueda de soluciones porque las personas con cáncer necesitan apoyo emocional durante toda la enfermedad
Fases de la enfermedad
Las fases más comunes que atraviesa el enfermo tras el diagnóstico de cáncer son las siguientes:
1) Negar la enfermedad y aislarse del entorno: “Esto no me puede pasar a mí”.
2) Sentirse culpable por no haber acudido antes al médico.
3) Enfadarse: el enfermo descarga su ira sobre los demás (médicos, familiares, amigos). Puede intentar establecer pactos/negociaciones con Dios, con el médico… “Si me das un año de vida, prometo no volver a fumar”.
4) Deprimirse: el enfermo empieza a realizar un proceso de duelo y de despedida de todos los que le rodean, aunque desconozca cuál puede ser el final de la enfermedad.
5) Aceptar la enfermedad, los cambios que produce en nuestro cuerpo y en nuestra mente.
Aunque lo más aconsejable para aprender a vivir con cáncer es llegar a la fase de aceptación, no todos los enfermos llegan a ella; en ese caso, es recomendable solicitar ayuda de profesionales (psicólogo o psiquiatra) para asumir la situación en que se encuentra y eliminar todos los rencores y enfados que había mantenido hasta ahora.
Consejos para aprender a vivir con cáncer
- Una buena comunicación e información por parte del equipo médico influye positivamente en la evolución de la enfermedad y ayuda a mejorar el estado de ánimo del paciente y de los familiares.
- Es importante que el enfermo dialogue con el médico o familiares sobre cómo se siente, qué necesidades tiene, cuáles son sus angustias, dudas, miedos.
- Aprender a expresar los sentimientos negativos como la tristeza, el miedo o la rabia, ayudará al enfermo a sentirse mejor.
- El enfermo debe colaborar en los tratamientos, intentando estar lo más tranquilo posible mientras se lo administran. Tener un ánimo positivo y desear curarse contribuyen sobremanera al éxito del tratamiento.
Pautas para los familiares
Los familiares suponen un apoyo fundamental para que quiénes tienen que aprender a vivir con cáncer, lo hagan de la mejor forma posible.
- No tengas prisa. Hay que darle tiempo para asimilar la noticia de la enfermedad.
- Permanece atento a lo que el enfermo quiere y necesita.
- Escucha y comparte sentimientos y emociones.
- Formula preguntas abiertas: “¿Cómo te encuentras hoy?”, ¿Qué te preocupa?”.
- No transmitas juicios de valor negativos.
- Evita frases hechas como “hay que ser fuerte”.
- Anímale a preguntar al médico las dudas que puedan surgir.
- Si el enfermo no quiere hablar de sus sentimientos, respétalo y déjale claro que puede contar contigo.
- No intentes dar siempre con la solución.
- El llanto y la ira son descargas emocionales, intenta no interrumpirlas, muéstrale interés por el problema, escucha con serenidad, ayúdale a buscar alternativas de solución mediante preguntas.
- Piensa que cuidar a una persona enferma también puede ser una experiencia enriquecedora y puede ayudarte a crecer y madurar como persona.
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Saludos, para más información relacionada con el cáncer cerebral más frecuente puede consultar en
https://www.glioblastoma.expert/
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