Ya estamos en verano y estos días empiezan las vacaciones estivales para muchos. Por ese motivo, vamos a hablar hoy del melasma gestacional. El melasma gestacional, también conocido como «cloasma» o «máscara del embarazo,» es una condición común de la piel que afecta a muchas mujeres durante el embarazo, y que se caracteriza por la aparición de manchas oscuras en la piel, especialmente en áreas expuestas al sol, como la cara. En la entrada al blog de salud del grupo sanitario Ribera de hoy, vamos a explicar qué es el melasma gestacional, cómo identificarlo, los factores de riesgo y las posibles consecuencias que implica.
Qué es el melasma gestacional
El melasma gestacional es una forma de hiperpigmentación que ocurre debido a los cambios hormonales durante el embarazo. Estas alteraciones hormonales estimulan los melanocitos, las células responsables de la producción de melanina, a producir más pigmento de lo normal. Como resultado, aparecen manchas oscuras e irregulares en la piel. La doctora Elena Sánchez-Largo, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Torrejón, y la doctora Gamero Rodríguez, también del Servicio de Dermatología del mismo hospital, explican que las zonas en las que habitualmente aparecen estas manchas son varias partes del rostro, que es más difícil proteger del sol, como la nariz, la frente, el labio superior o las mejillas.
Cómo identificar el melasma gestacional
El melasma gestacional se manifiesta principalmente en el rostro y se identifica por las siguientes características:
- Manchas oscuras: generalmente marrones o grisáceas, aparecen en áreas como la frente, las mejillas, el labio superior y la nariz.
- Bordes irregulares: las manchas no tienen un contorno definido y pueden variar en tamaño y forma.
- Simetría: es común que las manchas sean simétricas, es decir, que aparezcan de manera similar en ambos lados de la cara.
Factores de riesgo
Varios factores pueden aumentar la probabilidad de desarrollar melasma gestacional:
- Hormonas: el aumento de los niveles de estrógeno y progesterona durante el embarazo es el principal desencadenante.
- Exposición solar: la radiación ultravioleta (UV) del sol puede agravar el melasma, ya que estimula la producción de melanina.
- Genética: tener antecedentes familiares de melasma puede aumentar el riesgo.
- Color de piel: las mujeres con piel más oscura son más propensas a desarrollar melasma, ya que tienen más melanocitos.
Las especialistas del Hospital de Torrejón recuerdan que en todos los casos, el melasma “se caracteriza por un aumento en la producción de melanina, el pigmento que da color a la piel”.
Consecuencias y peligros del melasma gestacional
El melasma gestacional no implica peligros graves para la salud, pero puede tener consecuencias que afecten el bienestar emocional y la calidad de vida de las mujeres afectadas por diferentes motivos, entre los que destacamos:
- Impacto estético: las manchas pueden causar incomodidad y afectar a la autoestima de las mujeres, llevándolas a sentirse cohibidas o ansiosas por su apariencia.
- Persistencia: aunque en muchos casos el melasma se desvanece después del embarazo, en algunas mujeres puede persistir durante años, requiriendo tratamiento dermatológico.
- Sensibilidad cutánea: la piel afectada por melasma puede volverse más sensible a productos químicos y a la exposición solar, aumentando el riesgo de irritaciones.
Las doctoras Sánchez-Largo y Gamero recuerdan, además que, aunque el melasma gestacional “no indica un mayor riesgo de sufrir otras lesiones en la piel, se ha de tener en cuenta que, dado que su aparición está relacionada con la exposición solar prolongada, este exceso de radiación puede conllevar más riesgo de producir cáncer de piel de manera independiente”.
Tratamiento y prevención
Si bien el melasma gestacional puede ser difícil de prevenir por completo debido a los cambios hormonales, existen algunas medidas que pueden ayudar a minimizar su aparición y reducir su impacto:
- Protección solar: utilizar protector solar de amplio espectro con un alto SPF, usar sombreros y evitar la exposición prolongada al sol son fundamentales.
- Cuidado de la piel: usar productos suaves y específicos para pieles sensibles puede ayudar a mantener la piel sana.
- Tratamientos dermatológicos: en casos persistentes, los dermatólogos pueden recomendar tratamientos como cremas despigmentantes, peelings químicos o terapias con láser.
El melasma gestacional es una condición común y, aunque puede ser molesta, no representa un peligro grave para la salud. Con las medidas adecuadas de cuidado y protección, es posible manejarlo eficazmente y mantener la piel saludable durante y después del embarazo. Si estás embarazada y notas manchas oscuras en tu piel, consulta con un dermatólogo para recibir el tratamiento adecuado y cuidar de tu bienestar y el de tu piel.
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