- El hospital Ribera Santa Justa realizan exámenes físicos reglamentarios a deportistas federados y controles de salud exhaustivos a quienes se inician en cualquier deporte, para evitar problemas cardiovasculares
- Tras la valoración inicial de un cardiólogo, al paciente se le hace un examen físico, un ecocardiograma, un electrocardiograma y una analítica, y se valora la realización de una prueba de esfuerzo o ergometría. Si se requiere, puede intervenir un traumatólogo
El grupo sanitario Ribera ha diseñado para sus centros sanitarios privados un circuito especializado para deportistas, que ya está funcionando en el hospital Ribera Santa Justa (Badajoz). En él se realizan los exámenes físicos reglamentarios a deportistas federados y también controles de salud exhaustivos para quienes se inician en una actividad deportiva. Si hay un problema en el aporte de riego al corazón o algún problema de funcionamiento de este órgano, estos chequeos pueden detectarlo y, en cambio, pasar desapercibido en reposo.
Este circuito especializado incluye una consulta con el cardiólogo, un ecocardiograma, un electrocardiograma, en ocasiones una analítica y, en función de los resultados, una ergometría o prueba de esfuerzo. Además, en función de las necesidades del paciente, puede intervenir un especialista en Traumatología.
El cardiólogo de Ribera Santa Justa, Pablo García García, explica que “una sobrecarga de ejercicio para la que no estamos preparados puede ser el desencadenante de un accidente cardiovascular o una arritmia”. Además de aquellos deportistas que requieran una ergometría como condición para estar federados, entre los pacientes a los que el doctor García recomienda esta prueba de esfuerzo figuran “aquellos con factores de riesgo cardiovascular, que tengan miedo a realizar una práctica deportiva, bien porque han sido siempre sedentarios, bien porque se noten sensaciones extrañas cuando realizan algún tipo de actividad física”, asegura.
El deporte es un hábito saludable que gran parte de la población ha incorporado a sus rutinas. Sin embargo, todavía son muchos los ciudadanos que tienen la intención de iniciarse en una modalidad deportiva y no saben cómo empezar ni si deberían hacerlo por su edad, estado físico o de salud. Los especialistas del grupo Ribera recomiendan una evaluación médica previa e iniciarse en la actividad poco a poco. “Una de las claves es entrenar de forma progresiva, ya que empezar de forma brusca puede provocar lesiones musculares pero también problemas en el corazón”, explica el doctor García.
Tras el reconocimiento inicial, la ergometría o prueba de esfuerzo permite a los especialistas situar al paciente en una situación de ejercicio continuado, generalmente en una cinta de correr o en una bicicleta estática, y al mismo tiempo realizar un electrocardiograma mientras está en movimiento, además de observar los síntomas físicos.
No es una prueba dolorosa “pero sí que busca el esfuerzo máximo”, explica el doctor García. “El paciente comienza andando en la cinta, pero a medida que avanzan las etapas, llega a correr, porque lo que busca es la capacidad máxima de cada paciente”, asegura. En cualquier caso, es una prueba segura porque se hace en presencia de un médico, un enfermero y todo lo necesario para tratar las posibles complicaciones.
¿Y todo ello con qué objetivo? Fundamentalmente para detectar trastornos del riego del corazón, que son la causa más frecuente de problemas graves en los mayores de 35 años, y los trastornos del ritmo. Pero también para comprobar el comportamiento de la tensión arterial y de la frecuencia cardiaca, evaluar síntomas que aparecen con el esfuerzo, y evaluar la capacidad cardiovascular de cada individuo.
Como especialistas en Cardiología deportiva, el hospital Ribera Santa Justa ofrece servicios que pueden realizarse dentro de este chequeo, juntos o por separado: desde una consulta cardiodeportiva, hasta un ecocardiograma en reposo, un ecocardiograma y una ergometría.
El cardiólogo de Ribera Santa Justa recuerda que, gracias a estos controles de salud cardiovascular, pueden detectarse cardiopatías isquémicas, que son las que provocan infartos. Su prevención en deportistas y en personas que quieren iniciarse en una actividad “es la principal aplicación de la prueba de esfuerzo”.