Cuando hablamos de una cita con el urólogo, suele pensarse que es un hombre quien acude a esa consulta. Sin embargo, la urología es una especialidad médico-quirúrgica que estudia y trata los problemas que ocurren en las vías urinarias: riñones, uréteres, vejiga y uretra, órganos presentes tanto en hombres como en mujeres.
“Nuestra especialidad trata a ambos sexos, como es lógico, porque los problemas del aparato urinario pueden surgir en cualquier momento de la vida, independientemente del género”, explica la Doctora en Urología, Miriam Barrio, del hospital Ribera Povisa. “Se puede nacer con un solo riñón, se pueden padecer piedras en las vías urinarias desde la adolescencia, tener escapes de orina, infecciones de vejiga o riñones y un largo etcétera”.
La urología en las mujeres
Las patologías urológicas de mayor prevalencia en las mujeres, es decir, las más consultadas son las infecciones urinarias y la incontinencia.
“La cistitis o infección de la vejiga puede ocurrir a lo largo de la vida de la mujer, ya que, se ha relacionado con circunstancias muy variadas: actividad sexual, niveles hormonales, el estado del tejido vulvo-vaginal, los hábitos de ingesta de líquidos y de micción y la integridad del sistema inmune”, comenta la doctora.
También se puede sufrir este problema porque haya alteraciones anatómicas y/o funcionales que aumenten el riesgo de padecer una cistitis, como son el descenso de órganos pélvicos o un vaciado vesical inadecuado.
La cistitis suele darse cuando actúan varios de estos factores simultáneamente, por tanto, se han de evaluar de forma individualizada en la consulta de urología, especialmente, si ocurre de forma recurrente.
“Tener una o dos cistitis al año no supone un problema urológico grave, pero sí conviene conocer qué se puede hacer para reducir el riesgo al máximo. Hay unas recomendaciones generales como revisar los hábitos de higiene y cuidado de la zona genito-urinaria, beber entre 1,5-2 litros de líquido al día, evitar orinar usando el abdomen o retener la orina en exceso que toda mujer ha de poner en práctica”, indica la especialista del hospital Ribera Povisa.
“Cuando se superan dos o tres episodios de cistitis al año se recomienda acudir a una consulta urológica para estudiar la influencia de posibles factores anatómicos o funcionales”, recomienda la doctora Barrio.
Las pérdidas de orina
A partir de los 50 años es frecuente que las mujeres experimenten la desagradable incontinencia urinaria, una pérdida de orina involuntaria que afecta a la calidad de vida de la paciente.
La doctora Barrio explica que no se debe asumir que sea algo normal e inevitable por la edad. Al contrario, “existen alternativas de tratamiento y control de síntomas”.
“La incontinencia de orina de esfuerzo, es decir, aquella que ocurre con la tos, el estornudo o cualquier aumento de presión abdominal, suele deberse a una debilidad de los músculos del suelo pélvico. Esta circunstancia es más habitual tras embarazos, esfuerzos de parto, cirugías pélvicas o en situaciones de disfunción del tono muscular pélvico”, detalla.
También existen otros tipos de incontinencia de orina, frecuentes en la población, como la incontinencia de urgencia, caracterizada por un deseo repentino e indemorable de orinar, cuya causa es desconocida. Ambos tipos de incontinencia pueden ocurrir al mismo tiempo y, en la mayoría de los casos, pueden mejorar tras una evaluación personalizada.
“La primera línea de tratamiento para la incontinencia urinaria de esfuerzo leve es ejercitar el suelo pélvico, un conjunto de músculos que, como cualquier otro músculo estriado, puede mejorar su tono si se entrena a diario”, señala la especialista.
El equipo de fisioterapia del hospital Ribera Povisa cuenta con profesionales especialistas en la rehabilitación del suelo pélvico que pueden evaluar cada caso de manera individualizada y pautar los ejercicios requeridos en cada caso particular. “Lo más interesante es que, una vez se instruye a la paciente, ella misma marca la cadencia de ejercicios y, con ello, la mejoría de la incontinencia”, asegura la uróloga.
Para aliviar la incontinencia urinaria de urgencia en sus formas más leves, se recomiendan determinados hábitos higiénicos y dietéticos como dejar de fumar, evitar sustancias como el tabaco, alcohol, chocolate, picantes, bebidas frías y con gas. Marcar un hábito regular de ingesta de líquido también puede ayudar. Sólo en casos muy complicados es necesario emplear fármacos.
Así como para los hombres, es recomendable realizar revisiones urológicas anuales a partir de cierta edad, en el caso de las mujeres no son necesarios los chequeos periódicos si no hay síntomas. “
Se realizan las revisiones que se consideren oportunas cuando hay que monitorizar la eficacia y tolerancia a un fármaco administrado, evaluar el resultado anatómico y funcional de una cirugía pélvica o en caso de síntomas persistentes a pesar del tratamiento”, finaliza la doctora Barrio.
“Cuando hay más de dos o tres episodios de cistitis al año se recomienda acudir al urólogo para estudiar la influencia de posibles factores anatómicos o funcionales”.
El Área de la Mujer
El hospital Ribera Povisa ha puesto en marcha recientemente el Área de la Mujer, para ofrecer una respuesta de calidad a todas las necesidades en el campo de la ginecología en cualquier etapa de la vida, desde la adolescencia hasta la menopausia, con especial atención al seguimiento del embarazo y postparto.
Liderada por doctor Francisco Estévez, jefe del servicio, en el Área de Mujer las pacientes serán atendidas por un equipo de médicos especialistas en ginecología y obstetricia, enfermeras, matronas, auxiliares, administrativos, etc. La unidad cuenta además con el apoyo de un grupo de profesionales más extenso, formado por urólogos, fisioterapeutas, psicólogos, o cardiólogos, entre otras especialidades, al que las pacientes pueden ser derivadas en caso de ser necesario para completar el estudio y/o tratamiento.