- El hospital del grupo sanitario Ribera en Lugo pone en marcha una Unidad del Sueño que estudia cada caso, analizando el origen del problema para dormir y ayudando a los pacientes a mejorar la calidad y cantidad de horas de sueño
- Entre un 15 y un 40% de la población adulta sufre insomnio e influyen varios factores, desde una incorrecta higiene del sueño hasta trastornos respiratorios, parasomnias o el síndrome de piernas inquietas
El insomnio es un trastorno del sueño bastante frecuente entre la población adulta, que dificulta el inicio o mantenimiento del acto de dormir. Sin embargo, no es un problema baladí y se recomienda visitar al neurofisiólogo y a una Unidad del Sueño para valorar la gravedad de la afección. “La privación de sueño produce un sinnúmero de efectos sobre los sistemas orgánicos, que pueden provocar problemas psicoafectivos, pero también trastornos orgánicos, por ejemplo, hipertensión o patologías cardiovasculares, entre otros”, explican los especialistas de la Unidad del Sueño del Hospital Ribera Polusa (Lugo), que añaden que “la privación prolongada de sueño puede llegar a ser letal”.
El hospital del grupo sanitario Ribera en Lugo ha puesto en marcha una Unidad del Sueño, que estudia cada caso en particular, analizando el origen del problema para dormir y ayudando a los pacientes a mejorar la calidad y cantidad de horas de sueño, de la mano del mejor especialista para cada caso en concreto, desde neumólogos a internistas o neurólogos. Y es que los problemas para dormir afectan a entre un 15 y un 40% de la población adulta. Son varios los factores que influyen en esa dificultad para dormir bien y el suficiente número de horas. En ocasiones, explican los especialistas, confluyen malos hábitos en la higiene del sueño o rutinas cambiantes, como los trabajos por turnos, con trastornos respiratorios mientras se duerme, parasomnias o el síndrome de las piernas inquietas, entre otros. Pero, además, hasta un 15% de los adultos puede tener un insomnio crónico grave, que acentúa los efectos sobre el organismo.
“En estos casos, no dormir lo suficiente es un trastorno incapacitante y potencialmente letal”, explican los especialistas de Ribera Polusa. Además, añaden, hay casos en los que el mismo problema que provoca la falta de sueño, como es el caso del Síndrome de Apnea hipopnea obstructiva “puede ser potencialmente grave porque provoca una excesiva somnolencia diurna y puede llevar al paciente a sufrir un accidente grave, por condicionar otras patologías, como la hipertensión arterial o las arritmias”.
El sueño en las personas mayores
Las personas mayores “no necesitan dormir menos”. Lo cierto, según explican los expertos, es que muchos mayores duermen menos porque “hay un retraso de fase del sueño, disminuye la eficiencia, hay cambios de hábitos en esa edad como las siestas diurnas y el ritmo circadiano y la homeostasis del sueño puede ser menos robusta con el envejecimiento normal”. Además, apuntan, en ocasiones en esta edad “aparecen patologías que afectan a la salud psíquica, otras incapacitantes que obliga a limitar la movilidad, cambios ambientales y en la alimentación que afectan a la continuidad y duración del sueño en las personas mayores”.
Cinco consejos para dormir bien
El hospital Ribera Polusa, el centro gestionado por el grupo sanitario Ribera en Lugo, cuenta con una Unidad del Sueño especializada en el diagnóstico y tratamiento de cualquier trastorno del sueño, de forma personalizada y con un abordaje multidisciplinar. Con este enfoque, se analizan las posibles causas del trastorno y se facilitan al paciente el tratamiento más adecuado para mejorar la calidad del sueño.
Sus profesionales nos dan unas pautas básicas para intentar mantener una buena higiene del sueño, que facilite las horas de descanso que necesita nuestro organismo.
- Intentar acostarse y levantar a la misma hora todas las noches y todas las mañanas, incluidos los fines de semana.
- Procurar que la habitación sea silenciosa, oscura, relajante y que tenga una temperatura agradable.
- Sacar los dispositivos electrónicos de la habitación, tales como los televisores, ordenadores y teléfonos móviles.
- Evitar consumir comidas abundantes, cafeína y alcohol antes de acostarse.
- Hacer ejercicio físico durante el día, pero no en las tres horas antes de acostarse.