Cuando conservamos los alimentos, sobre todo en la nevera , lo hacemos utilizando distintos recipientes o soportes, como el aluminio, el envoltorio de plástico, recipientes de plástico y recipientes de vidrio, ahora se detallan sus ventajas o inconvenientes.
El papel de aluminio
El papel de aluminio muy usado en los hogares para proteger los alimentos y ponerlos en el refrigerador o bandejas de metal no es un contenedor recomendable; ya que es de hecho un agente quelante, es decir, tiene la capacidad de capturar y evitar la absorción de los elementos esenciales y, por consiguiente perturbar la correcta utilización de varios minerales esenciales como el calcio, zinc o cobre.
Este metal fue considerado durante muchos años como inocuo para los seres humanos. Debido a esta suposición se fabricaron de forma masiva utensilios de aluminio para cocinar alimentos, envases para alimentos, y papel de aluminio para el embalaje de alimentos frescos. Sin embargo, su impacto sobre los sistemas biológicos ha sido objeto de mucha controversia en las décadas pasadas y una profusa investigación ha demostrado que puede producir efectos adversos en plantas, animales acuáticos y seres humanos.
Como es el caso con todos los elementos metálicos, el papel de aluminio reacciona al microondas de forma negativa y debe evitarse su empleo. Esto se debe al efecto de los campos eléctricos de las microondas que causan la acumulación de cargas de forma brusca en algunas partes puntiagudas de la hoja aluminio, así, si se acumula bastante carga se descarga a un lugar diferente de la lámina, creando una chispa.
Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica de los estudios epidemiológicos que han evaluado el papel del aluminio como factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Estos estudios epidemiológicos presentan limitaciones metodológicas y sus resultados no son consistentes por lo que los resultados disponibles hasta el momento no permiten establecer, de manera clara, que exista una asociación entre la exposición al metal y la etiología de la enfermedad de Alzheimer. No obstante, tampoco es posible descartar un papel tóxico del aluminio sobre la salud, por lo que su exposición debería ser controlada y reducida en lo posible.
Qué podemos hacer:
• No cocinar en “papillotte” con papel de aluminio.
• Evitar meter en el horno comida precocinada congelada en recipiente de aluminio. Cambiarlo previamente a un recipiente de cristal.
• No utilizar aluminio para envolver comida. Pedir al carnicero o charcutero que envuelva la compra en el papel encerado de toda la vida. Envolver los bocadillos en papel. Pueden usarse los mismos saquitos de papel donde vienen envasados.
Los recipientes de plástico
Un estudio de la Universidad Miguel Hernández de Elche puede acabar con la era de estos recipientes (no de una marca concreta, sino de algunos envases), pues demuestra que ciertos plásticos, sometidos a las altas temperaturas de los microondas, pueden provocar graves daños en la salud. Tienen efectos en el sistema nervioso, propensión al cáncer, la esterilidad, etc.
El científico Ángel Nadal coordina esta investigación sobre los plásticos de policarbonato como el bisfenol A, que están en numerosos objetos de nuestra vida cotidiana, como las fiambreras (de plástico duro y transparente), en cañerías, botellas de agua e incluso los biberones de los niños pequeños. Se identifican por tener un número 7 grabado en su base. Entre otros efectos, la exposición a esta sustancia y otras como los talatos, produce alteraciones en el sistema nervioso, en las neuronas, en las mamas (propensión al cáncer), esterilidad, diabetes o dolencias cardiacas, e incluso se han relacionado con el cada vez más frecuente cáncer en los testículos. Además, para que estos componentes resulten dañinos «no hace falta consumir demasiada cantidad, y otros estudios confirman que el 95% de los estadounidenses tienen estos tóxicos en la orina», asegura Nadal. Estas sustancias ya han sido prohibidas en Canadá
Plásticos. Papel Film
Un fenómeno actual inquietante es el aumento de los trastornos de fertilidad en los hombres (disminución del nº y calidad de espermatozoides), y de los canceres hormono-dependientes (de mama, de próstata). Una de las causas conocidas de este fenómeno son unas sustancias químicas artificiales que tienen un efecto similar a los estrógenos, pero más potentes: son los xenoestrógenos, cuyas principales fuentes conocidas son los pesticidas y los plásticos. Al contrario que el vidrio o el acero, que continúan siendo inertes aún cuando se calientan, los plásticos aumentan su inestabilidad con el calor. De hecho, es muy fácil fundirlos.
Hay muchos tipos de plásticos. PROBABLEMENTE NO TODOS TIENEN EL MISMO RIESGO, aunque sí se sabe que el más inestable es el papel film.
Qué podemos hacer:
• No descongelar en el microondas comida congelada en su recipiente de plástico. Desmoldarlo previamente y colocarla en un recipiente de vidrio. Mejor aún si se saca del congelador la noche anterior, ya que la cocina con microondas también tiene sus inconvenientes.
• No poner comida caliente en recipientes de plástico.
• No envolver comida húmeda (filete) en papel film (plástico). El mejor envoltorio es el papel encerado de toda la vida.
Vidrio
El vidrio parece ser el mejor recipiente para conservar, es inerte al contacto con alimentos y fármacos en general, no se oxida, es impermeable a los gases y no necesita aditivos para conservar los alimentos envasados. Es ideal para ser reutilizado pues resiste temperaturas de hasta 150º C, lo que facilita el lavado y la esterilización. Justamente el grosor de las botellas retornables de vidrio se justifica por la necesidad de que resista mejor el lavado, el rellenado, y el retapado, alargando la vida útil del envase. Cada tonelada de vidrio reciclado deja de usar aproximadamente 1,2 toneladas de materia prima virgen. Eso si, como inconveniente se estima que una botella de vidrio tarda cientos de años en ser depurada por la naturaleza.
Susana Carril González-Barros
[Dra. en Farmacia. Hospital Polusa]