Todo desayuno debe incluir hidratos de carbono, lácteos y fruta. Sin embargo, hoy en día las prisas nos hacen desayunar rápido y mal, por lo que proponemos, a aquellos que no les da tiempo a realizar un desayuno completo, tomar la fruta a media mañana. Para todos aquellos que les resulte incómodo tomar fruta fresca les proponemos otra opción: Frutos Secos.
La ingesta de frutos secos es una buena opción para que los niños de cierta edad los tomen a la hora del recreo. No son aconsejables para niños pequeños y ancianos porque requieren una buena masticación, aunque los pueden ingerir en pasta o crema.
Los frutos secos proporcionan muchas calorías, grasas y proteínas por lo que no deberían ser considerados como simples golosinas para picar, sino como
un auténtico y nutritivo alimento. Los días que se realiza ejercicio y los meses de invierno son los mejores momentos para consumir frutos secos por la energía que aportan.
Diversas investigaciones confirman su acción protectora de las arterias y reductora del nivel de colesterol.
Los expertos aconsejan que el consumo de frutos secos se utilice como «primera herramienta terapéutica» para bajar los niveles de colesterol, ya que contribuyen a reducir el colesterol perjudicial sin afectar al saludable.
Los frutos secos cumplen un papel muy importante en dos tipos de alimentación:
1-Dieta mediterránea:
Los efectos cardiosaludables de este tipo de alimentación se deben, en buena parte, al consumo abundante de frutos secos.
2-Alimentación vegetariana:
constituyen un alimento fundamental para los vegetarianos por contener muchas proteínas y no contener ácido úrico ni colesterol.
Son muchos los que se privan de las numerosas propiedades salutíferas de los frutos secos, simplemente porque temen subir de peso al consumirlos.
Ciertamente, los frutos secos son ricos en calorías; pero su grasa, constituida por ácidos grasos mono o poliinsaturados, son fácilmente metabolizadas en el organismo
y no tiene tendencia a depositarse.
A igualdad de calorías, los frutos secos provocan menos depósito de grasa, es decir, engordan menos que la carne, los embutidos, quesos grasos o los dulces refinados.
El llamado estudio RENO mostró que generalmente los consumidores habituales de frutos secos se ocupaban más de su salud y pesan menos que quienes no los ingieren.
Podemos asegurar que los frutos secos no engordan si se toman en lugar de otros alimentos ricos en calorías, no además de ellos.
Si nuestro objetivo es perder peso podemos incorporar un puñado de frutos secos a diario.
Esto no supone un exceso de calorías y nos va a dar nutrientes de calidad.
Podemos tomar los frutos secos en el desayuno, o a media mañana o en la merienda junto con un yogur o una pieza de fruta.
Se aconseja comerlos crudos o poco tostados (no fritos) y sin sal.
En los próxmos días continuaremos esta información nutricional sobre algunos de los frutos secos más populares. Entre ellos están:
- Almemdra
- Nuez
- Cacahuete
- Avellana http://is.gd/ajWtxT