- La terapia ocupacional, una profesión socio-sanitaria que tiene como objetivo dotar a la persona de mayor autonomía y calidad de vida empleando como método de rehabilitación la ocupación, celebra su día el 27 de octubre bajo el lema “Haz parte, sé tú”
- “Trabajamos con personas con dificultades físicas como lesiones medulares; cognitivas como demencias; sensoriales, como autismo o Asperger; o problemas de salud mental, como esquizofrenia, depresión…”, explica Sandra L. Sayáns, terapeuta ocupacional del Hospital Polusa.
Las profesionales del Hospital Ribera Polusa celebran el día mundial de la terapia ocupacional, que este año se organiza el 27 de octubre bajo el lema “Haz parte, sé tú”, reivindicando el valor de su labor en la rehabilitación de los pacientes. “La terapia ocupacional es una profesión socio-sanitaria que tiene como objetivo principal dotar a la persona de mayor autonomía y calidad de vida en su día a día empleando como método de rehabilitación la ocupación”, explica Sandra L. Sayáns, terapeuta ocupacional en la unidad de daño cerebral de Polusa.
El terapeuta ocupacional no se centra en tratar la patología de un paciente como tal, sino en recuperar el mayor grado de funcionalidad posible en el día a día a una persona que tiene una determinada sintomatología, después de una valoración especializada.
“Trabajamos con personas que presentan dificultades de distinta índole. Puede ser físicas, como las lesiones medulares, traumatismos, enfermedades neurodegenerativas…; con dificultades cognitivas, como parálisis cerebral, demencias, Alzheimer, retrasos en desarrollo…; sensoriales, como pueden ser autismo o Asperger; o salud mental como esquizofrenia, depresión, anorexia…”, añade Sandra.
En definitiva, todas aquellas patologías que alteren las capacidades de una persona en sus rutinas del día a día. Son pacientes que han sufrido algún daño a nivel físico, cognitivo o sensoria que afecta a las áreas de desempeño y a su funcionalidad.
La terapia ocupacional recibe a pacientes de todas las edades: “Desde la infancia, con problemas de desarrollo, pasando por la edad adulta donde los traumatismos, tumores o ictus pueden producir limitaciones, hasta edades más avanzadas cuando se dan más habitualmente los problemas por demencias o caídas”, puntualiza Sandra.
Partiendo de una valoración especializada, se pauta un tratamiento en el que los profesionales emplean la actividad de forma terapéutica bien sea para la prevención o el mantenimiento de la salud, o para la recuperación y rehabilitación de la funcionalidad que puede afectar a diversas áreas: el autocuidado (vestido, higiene, alimentación…) laboral, educativa o lúdica.
El objetivo principal es la recuperación de la máxima funcionalidad para conseguir la mayor independencia y autosuficiencia del individuo, evitando su exclusión social y mejorando sus posibilidades de accesibilidad a cualquier entorno.