Noticia publicada en Diario de Ferrol
El hospital Ribera Juan Cardona refuerza su servicio de hemodiálisis durante los meses de verano para atender el incremento de demanda por la llegada de pacientes desplazados temporalmente durante las vacaciones en el área de Ferrol.
De esta forma se garantiza que los pacientes de otras áreas de salud, comunidades o, incluso, países que se encuentran en un programa de hemodiálisis crónica puedan continuar normalmente su tratamiento durante su periodo vacacional en esta zona de Galicia.
Solo en esta región, la enfermedad renal crónica (ERC) afecta a más de 4.000 personas, todos ellos pacientes que precisan de diálisis o de un trasplante para reemplazar la función de sus riñones, según la Sociedad Española de Nefrología (SEN). En la actualidad, aproximadamente el 80% de los pacientes del área de Ferrol son tratados en sus instalaciones.
El hospital Ribera Juan Cardona dispone de 27 puestos de hemodiálisis, y uno adicional específico para pacientes VHB. En los meses de verano, se habilitan otros cuatro puestos que permiten atender a 16 pacientes más de los habituales. El equipo asistencial que se ocupa de atender a los usuarios de este servicio también se refuerza para responder al aumento de la demanda hasta los 23 profesionales.
El concierto con el Servicio Gallego de Salud (Sergas) facilita el acceso a esta unidad a los pacientes de la zona para realizar el tratamiento de la insuficiencia renal crónica avanzada (estadio 5), con hemodiálisis exclusivamente.
Además, el hospital Ribera Juan Cardona tiene un convenio de colaboración con la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer), con el objetivo de estar siempre actualizado y continuar mejorando cada día la atención a estos pacientes crónicos, que pasan muchas en el hospital.
El tratamiento de hemodiálisis se realiza, por lo general, tres veces a la semana, con una duración media de cuatro horas por sesión. Este procedimiento es necesario cuando los riñones no son capaces de eliminar los desechos y el exceso de líquido de la sangre en cantidades suficientes como para mantener sano al paciente.
Durante la hemodiálisis, la sangre del paciente se conduce desde el organismo hasta una máquina de diálisis en la que hay un filtro o dializador, conocido comúnmente como “riñón artificial”. Este filtro permite que las toxinas y el exceso de líquido salgan de la sangre, sustituyendo de esta forma la función de los riñones enfermos. Posteriormente, la sangre se devuelve al cuerpo ya depurada.
