El doctor José “Pepe” Gutiérrez Rodríguez es una de las caras más reconocidas de la geriatría asturiana. Se licenció en Medicina en la Universidad de Oviedo y se especializó en Geriatría. Actualmente ejerce en el Hospital Covadonga de Gijón y preside la Sociedad de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias. También coordina el Grupo de Infecciones y Vacunas de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y es académico de número de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias. Su trayectoria incluye numerosos premios de investigación y más de 90 publicaciones científicas. Con él conversamos sobre la importancia de la geriatría y los retos del envejecimiento saludable.
Pregunta. ¿Qué es la geriatría?
Dr. Pepe Gutiérrez. La geriatría se centra en el cuidado integral de las personas mayores con una visión holística que integra las áreas clínica, mental, cognitiva, y social. Esta visión holística que permite diseñar planes terapéuticos ajustados a cada persona.
Pregunta. Se tiende a creer que el geriatra sustituye a la medicina general, ¿es así?
Dr. Pepe Gutiérrez. En absoluto. La relación con los médicos de familia es muy estrecha, no sustitutoria. Cuando el facultativo de atención primaria considera que necesita apoyo, remite al paciente al geriatra. Nosotros hacemos el diagnóstico, elaboramos un plan de tratamiento y unas recomendaciones. Posteriormente el médico de familia las implementa y realiza el seguimiento anual o semestral del paciente. Este trabajo colaborativo es comparable al que se lleva a cabo con un cardiólogo o con cualquier otra especialidad.
Pregunta. ¿Qué enfermedades preocupan especialmente al paciente y a las familias?
Dr. Pepe Gutiérrez. Las enfermedades neurodegenerativas y la pérdida de autonomía. Los pacientes mayores con pluripatologías deben tener una vigilancia estrecha. La diabetes mellitus tipo 2 mal controlada —con niveles de glucosa demasiado altos o bajos— acelerar el deterioro cognitivo. También una arritmia por fibrilación auricular mal tratada favorece el deterioro cognitivo. Y a su vez, el deterioro cognitivo dificulta el control de estas enfermedades. Los geriatras ajustamos los tratamientos del paciente para que no intervengan entre ellos.
Pregunta. ¿Cuándo conviene acudir al geriatra?
Dr. Pepe Gutiérrez. No existe una edad exacta, pero sí unas señales claras. “A partir de los 80 años, y sobre todo si se tienen varias enfermedades, problemas de ánimo o de memoria o dificultades físicas como alteraciones en la marcha o caídas, es conveniente consultar a un geriatra”. Lo mismo ocurre cuando aparecen síntomas que muchos atribuyen erróneamente a la edad, como la incontinencia urinaria o la pérdida de memoria: esos problemas siempre responden a alguna patología y deben ser evaluados. La edad por sí sola no es sinónimo de enfermedad, sino que las dolencias dependen de la genética y de nuestros hábitos de vida.
Pregunta. ¿Qué recomendaciones ofrece para vivir más y mejor?
Dr. Pepe Gutiérrez. El envejecimiento saludable se construye con hábitos cotidianos. La actividad física debe ser diaria y multicomponente: no basta con caminar; hay que incorporar ejercicios de fuerza para conservar la masa muscular, de equilibrio para prevenir caídas y ejercicios de flexibilidad. Mantener la mente activa con actividades que estimulen la cognición, como la lectura, la socialización y la conversación con otras personas. En nuestra mesa, la base de la dieta deben ser las frutas, verduras, legumbres, cereales y lácteos, acompañados de proteínas principalmente procedentes del pescado y las aves. Por supuesto, evitar los productos ultraprocesados y los hábitos tóxicos como el tabaco, así como no tomar medicación sin necesidad.
Mantener las relaciones sociales también es clave: el proceso de envejecimiento hay que asumirlo como algo natural y disfrutarlo, cuidando los vínculos con familia y amigos. Es una manera de preservar la salud mental y emocional.
Pregunta. Coordina el Grupo de Infecciones y Vacunas de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología ¿Por qué insiste tanto en la vacunación de los mayores?
Dr. Pepe Gutiérrez. A medida que envejecemos, el sistema inmunitario también envejece y necesita estímulos externos. El inmuno‑fitness, que es activar nuestro sistema inmune, es mediante las vacunas. Todas las personas mayores se deben vacunar cada año frente a la gripe, COVID‑19 y neumococo. Quienes viven en residencias o padecen enfermedades pulmonares o cardíacas crónicas deberían vacunarse también contra el virus respiratorio sincitial. Estas inmunizaciones reducen las hospitalizaciones, evitan complicaciones graves y la mortalidad.
Pregunta. ¿Qué avances recientes están transformando la práctica de la geriatría?
Dr. Pepe Gutiérrez. La tecnología en la consulta nos permite centrarnos en el paciente. Estamos incorporando sistemas que captan la información verbal de la consulta y la transcriben a la historia clínica; eso nos permite mirar a los pacientes y a sus familias a los ojos en lugar de escondernos detrás de una pantalla”. También se está aplicando la inteligencia artificial para apoyar el diagnóstico y la selección de tratamientos. Un avance destacado es la geriatría transversal: la colaboración con otras especialidades —cardiología, traumatología, oncología, hematología o cirugía— para tomar decisiones conjuntas adaptadas a cada paciente. Esta colaboración ha dado lugar a subespecialidades como la cardio‑geriatría u onco‑geriatría y sitúa al paciente en el centro de las decisiones.
Pregunta. ¿Qué cambios le gustaría ver en el entorno sanitario en los próximos años?
Dr. Pepe Gutiérrez. Implantar un servicio de geriatría en todos los hospitales. Un servicio de geriatría hospitalario ayuda a adaptar los tratamientos a las necesidades reales del paciente, reduce los riesgos y aumenta la supervivencia. También disminuye el consumo de recursos y la estancia hospitalaria, lo que beneficia tanto al paciente como al sistema sanitario.
¿Por qué le damos la espalda a la vejez?
Dr. Gutiérrez: Los estereotipos actuales de perfección se asocian a la eterna juventud y eso nos hace tener una visión negativa de la vejez. Las personas mayores poseen experiencia y pueden guiarnos; deberíamos respetarlas y asumir que todos envejecemos. Solo así conseguiremos construir una sociedad más justa y preparada para el gran reto demográfico.