Medicina estética y cirugía estética

Los neuromoduladores, como el BTX: eliminador de arrugas, se utilizan principalmente en el tercio superior de la cara, incluyendo el entrecejo, la frente y las patas de gallo. Actúan directamente sobre los músculos faciales, reduciendo su movimiento y suavizando así las arrugas de expresión. Por otro lado, el ácido hialurónico se emplea para reparar la capa dérmica de la piel al rellenarla, restaurando el volumen en áreas como los pómulos, los labios y el mentón. Esta acción ayuda a eliminar arrugas y líneas de expresión al proporcionar soporte estructural y mejorar la hidratación de la piel.

Prevención y cuidado temprano (20-30 años): En esta etapa, se recomienda centrarse en la prevención y el cuidado básico de la piel, como la limpieza facial y la protección solar. Es fundamental adoptar hábitos saludables y establecer una rutina de cuidado diario para mantener la piel joven y saludable a largo plazo.
Tratamientos de mantenimiento (30-40 años): Durante estos años, es importante continuar con los cuidados básicos de la piel y comenzar a incorporar tratamientos específicos para combatir los primeros signos de envejecimiento, como las líneas finas y la pérdida de elasticidad. Los tratamientos pueden incluir hidratación profunda, neuromoduladores, rellenos faciales, luminosidad, flacidez o eliminación de manchas, entre otros.
Reafirmación y corrección (40-50 años): En esta etapa, se recomienda centrarse en tratamientos que ayuden a reafirmar la piel y corregir los signos visibles de envejecimiento, como la flacidez y las arrugas profundas. Los tratamientos pueden incluir procedimientos de relleno dérmicos, neuromoduladores, rejuvenecimiento facial o inductores de colágeno.
Rejuvenecimiento y regeneración (50-60 años): Durante estos años, los tratamientos se enfocan en el rejuvenecimiento y la regeneración de la piel. Se pueden utilizar tratamientos más intensivos, como peelings químicos, microdermoabrasión y procedimientos de lifting no quirúrgico, para mejorar la textura de la piel y reducir las imperfecciones.
Cuidado y regeneración profunda (más de 60 años): En esta etapa, se recomienda un enfoque más intensivo en el cuidado y la regeneración de la piel. Los tratamientos pueden incluir terapias de regeneración celular, procedimientos de lifting facial para restaurar la firmeza y la elasticidad de la piel.

Los rellenos dérmicos son productos inyectables diseñados para restaurar el volumen perdido por el paso del tiempo. Estos rellenos están compuestos por diversos materiales, como ácido hialurónico o hidroxiapatita cálcica, y se inyectan directamente en la piel para lograr resultados inmediatos y duraderos. El ácido hialurónico, por ejemplo, es una sustancia natural que se encuentra en la piel y tiene la capacidad de retener agua, lo que ayuda a hidratar y rellenar las arrugas. Por otro lado, la hidroxiapatita de calcio estimula la producción de colágeno en la piel, lo que ayuda a restaurar el volumen perdido con el tiempo. Estos rellenos pueden ser utilizados con diferentes densidades en distintas áreas del rostro, como los labios, pómulos, nariz, mentón y ojeras, para lograr un aspecto rejuvenecido.

La elección entre un médico estético y un cirujano plástico depende del tipo de procedimiento que estés considerando y de tus objetivos estéticos. Si buscas mejoras sutiles y no invasivas, un médico estético puede ser la mejor opción. Sin embargo, si estás considerando cambios más significativos o intervenciones quirúrgicas, es posible que necesites la consulta de un cirujano plástico.

Los resultados de la cirugía plástica pueden ser duraderos, pero no necesariamente permanentes. Factores como el envejecimiento natural, los cambios de peso y el estilo de vida pueden afectar la duración de los resultados. Sin embargo, muchos procedimientos de cirugía plástica ofrecen resultados a largo plazo y pueden ser complementados con procedimientos de medicina estética.