La pericarditis es una inflamación del pericardio, la fina membrana que rodea y protege el corazón. Aunque no es una de las patologías cardiovasculares más frecuentes, su aparición puede causar síntomas muy molestos y, en algunos casos, derivar en complicaciones graves si no se trata adecuadamente.
En este post, te explicamos qué es la pericarditis, cuáles son sus síntomas más comunes, cómo reconocerlos y cuándo es necesario acudir al médico. También hablaremos de sus posibles causas, entre ellas el estrés, las infecciones virales o incluso el COVID-19, y de las complicaciones que pueden aparecer en cuadros más severos.
¿Qué es la pericarditis?
La pericarditis es una enfermedad caracterizada por la inflamación del pericardio, la doble capa de tejido que envuelve el corazón. Esta inflamación puede causar dolor en el pecho, dificultad para respirar y otras molestias que pueden confundirse con un infarto.
El pericardio tiene una función fundamental: proteger al corazón, reducir la fricción durante sus movimientos y limitar su expansión excesiva. Cuando se inflama, puede generar desde un malestar leve hasta cuadros graves como el taponamiento cardíaco o el derrame pericárdico.
Hay varios tipos de pericarditis:
- Aguda: de aparición súbita y duración breve (menos de 6 semanas)
- Crónica: cuando dura más de tres meses
- Recurrente: cuando vuelve a aparecer tras un periodo de remisión
Síntomas comunes de la pericarditis
Aunque los síntomas pueden variar en función del tipo y la causa, los más frecuentes incluyen:
Dolor en el pecho
Es el síntoma más característico. Suele describirse como un dolor:
- Agudo o punzante
- Que empeora al toser, respirar profundamente o acostarse boca arriba
- Que mejora al incorporarse o inclinarse hacia adelante
- A veces irradiado a la espalda, cuello u hombros
Este dolor en el pericardio puede confundirse con un infarto de miocardio, por lo que es esencial acudir al médico para una correcta evaluación.
Fiebre y debilidad
En muchos casos, especialmente si la causa es una infección viral o bacteriana, la pericarditis cursa con fiebre, malestar general, dolores musculares y una sensación de cansancio persistente.
Este cansancio puede prolongarse incluso después de que remita la inflamación, lo que genera una recuperación más lenta y un mayor desgaste físico.
Dificultad para respirar
La disnea o dificultad respiratoria aparece especialmente al acostarse o al realizar esfuerzos físicos. En los casos más graves, puede estar relacionada con la acumulación de líquido (derrame pericárdico) que impide al corazón expandirse con normalidad.
Palpitaciones del corazón
El paciente puede notar el corazón acelerado, irregular o con sensación de «latido fuerte» (palpitaciones). Estos síntomas pueden deberse a la irritación del miocardio o a una respuesta del sistema nervioso.
Cómo reconocer los síntomas
Diferencias entre síntomas agudos y crónicos
Pericarditis aguda:
- Dolor torácico intenso y punzante
- Aparición rápida (en cuestión de horas o días)
- Fiebre
- Aumento de los marcadores inflamatorios
- Puede acompañarse de electrocardiograma alterado y líquido pericárdico
Pericarditis crónica:
- Molestias torácicas más leves o difusas
- Cansancio constante
- Disnea progresiva
- En algunos casos, pericarditis constrictiva, que limita el funcionamiento del corazón
Cuándo buscar atención médica
Es fundamental acudir al médico de inmediato si aparecen:
- Dolor torácico de origen desconocido
- Dificultad para respirar
- Fiebre prolongada
- Palpitaciones
- Cansancio anormal, sin causa aparente
Ante estos síntomas, el especialista podrá solicitar un electrocardiograma (ECG), una ecocardiografía, análisis de sangre y, si es necesario, una resonancia o TAC para confirmar el diagnóstico.
Causas de la pericarditis
La mayoría de los casos de pericarditis son de origen idiopático (es decir, sin causa claramente identificable), aunque existen múltiples factores desencadenantes:
- Infecciones virales: como los enterovirus, herpes o incluso el SARS-CoV-2 (pericarditis post-COVID)
- Bacterias como la tuberculosis
- Procesos autoinmunes (lupus, artritis reumatoide)
- Traumatismos torácicos
- Infarto de miocardio (síndrome de Dressler)
- Cirugías cardíacas
- Ciertos medicamentos o tratamientos oncológicos
- Pericarditis por estrés: aunque no es una causa directa, se ha observado que el estrés emocional intenso o prolongado puede desencadenar o agravar cuadros inflamatorios en personas predispuestas
Complicaciones posibles
Si no se trata a tiempo, la pericarditis puede derivar en complicaciones importantes:
- Derrame pericárdico: acumulación de líquido entre las capas del pericardio, que puede comprimir el corazón
- Taponamiento cardíaco: cuando el derrame es tan grande que impide el correcto llenado y funcionamiento del corazón. Es una urgencia médica
- Pericarditis constrictiva crónica: el pericardio se vuelve rígido, dificultando la función cardíaca normal. Puede requerir cirugía (pericardiectomía)
- Muerte por pericarditis: poco frecuente, pero posible en casos de taponamiento severo no tratado o infecciones graves
Tratamiento y pronóstico
El tratamiento dependerá del tipo, la causa y la gravedad de la pericarditis. En la mayoría de los casos, la evolución es favorable con tratamiento médico:
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno o la aspirina
- Colchicina: especialmente útil en casos recurrentes
- Reposo y control médico
- Antibióticos o corticoides, si la causa lo requiere
- Pericardiocentesis: en casos de taponamiento, para drenar el líquido acumulado
El pronóstico suele ser bueno si se detecta a tiempo y se sigue el tratamiento indicado.
Reconocer los síntomas de la pericarditis es fundamental para evitar complicaciones y tratar a tiempo esta afección cardíaca. El dolor torácico punzante, la fiebre, el cansancio persistente y las palpitaciones deben alertarnos, especialmente si hay antecedentes de infecciones, estrés o enfermedades autoinmunes.
En Ribera Cardiosalus, contamos con especialistas en cardiología y tecnología avanzada para realizar un diagnóstico preciso y aplicar el tratamiento más adecuado para cada paciente.
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