Se ha probado recientemente que la dieta Mediterránea tiene un efecto protector de hasta el 30% para evitar el desarrollo de cáncer de mama.
Así de desprende de un estudio realizado por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III.
El estudio realizado en más de 2000 mujeres, demuestra que la dieta Mediterránea es la que mejor efecto tiene sobre los tumores, especialmente sobre los “triple-negativos”, muy agresivos.
Por ello, una vez más desde Cardiosalus promovemos el consumo de alimentos como el pescado, cereales integrales, frutas y hortalizas, aceite de oliva, legumbres y frutos secos naturales y recomendamos controlar al máximo el consumo de alcohol, productos grasos, embutidos, dulces y bebidas calóricas.