- 1) En la primera consulta realizamos una entrevista (anamnesis) nutricional para averiguar y anotar datos personales y de contacto, historial clínico (patologías, fármacos, antecedentes…) y dietético (gustos y hábitos alimentarios…), estado de ánimo, ansiedad, estrés, higiene del sueño, bebidas alcohólicas, tabaco o estilo de vida. También preguntamos al paciente sobre su horario, trabajo, deporte o entrenamiento y finalmente sobre su objetivo.
- 2) En cada consulta realizamos un estudio de composición corporal, mediante bioimpedancia eléctrica u opcionalmente cineantropometría (medición de estatura, peso, pliegues de grasa…), que nos sirve para saber cómo evoluciona el cuerpo del paciente con el tratamiento y poder modificarlo en función de ello.
- 3) También opcionalmente realizamos un estudio de tasa metabólica basal (energía que gasta el paciente en total reposo), lo que igualmente nos aporta mucha información para realizar el tratamiento nutricional.
- 4) Recomendamos al paciente un análisis de sangre. Si algún parámetro está fuera de los límites fisiológicos, o cerca de esos límites (pero dentro de ellos), modificamos la dieta para intentar regular esas concentraciones en sangre.
- 5) Asesoramos al paciente para que consiga su objetivo de la manera más eficiente posible. Diseñamos un sistema de dieta personalizado y flexible, en el que respetamos los hábitos alimentarios saludables y corregimos los que se pueden mejorar; estructuramos su alimentación y la adaptamos a sus necesidades. Además de la dieta habitual, asesoramos en materia de complementos (o suplementos) nutricionales y ayudas ergogénicas (productos alimentarios diseñados para aumentar directamente el rendimiento deportivo).
- 6) Por otro lado, realizamos una labor de educación nutricional. Enseñamos al paciente sobre alimentación de manera básica y práctica, sobre recursos para que se sepa desenvolver en cualquier situación. Además, entregamos diversos documentos con información aplicable a la vida diaria (aparte de los documentos referentes a la composición corporal, tasa metabólica basal, análisis de sangre o sistema de dieta).
- 7) Desde la segunda consulta (incluida), preguntamos al paciente cómo ha llevado la dieta, si le ha resultado sencilla, fácil y cómoda y cualquier aspecto importante, ya que nuestra idea es que pueda llevarla durante mucho tiempo, para que sea realmente efectiva. También qué sensaciones ha tenido durante el entrenamiento o competición o si ha cambiado algo en su horario o entrenamiento. Con esa información y la del estudio de composición corporal, podemos modificar la dieta, que consulta tras consulta se personaliza más, toma más forma y se adapta a las necesidades del paciente conforme varían con el tiempo.
Miguel Ángel Santos Meca (Nutricionista de Cardiosalus Sport).