Y no es para menos, ya que son fechas de reuniones familiares, con amigos, compañeros de trabajo… donde se aglomeran muchos eventos en un corto periodo de tiempo.
Estas reuniones, por lo general, vienen acompañadas de una ingesta excesiva de alimentos muy calóricos y alcohol. Por lo tanto son muy común en estas fechas las malas digestiones y el aumento de peso que en un mes puede ser entre 1 y 3 kg generalmente si no somos precavidos con este descontrol.
¿Qué podemos hacer para evitar una catástrofe?
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– Es importante mantener los hábitos saludables que veníamos llevando de aquí a atrás, únicamente desviándonos en las comidas o cenas puntuales que nos surjan. Tampoco hay que dejar de realizar un desayuno saludable, así como los almuerzos y meriendas que se hacen habitualmente. Y es que no hay que echar a perder todo el día únicamente porque nos hemos salido en la comida; si podemos realizar una cena saludable, nuestro cuerpo nos lo agradecerá.
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– Los días que podamos hacer una comida saludable debemos tomar suficiente cantidad de frutas y verduras para depurar los líquidos acumulados en estos días, además de beber agua en abundancia y evitar el exceso de sal.
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– Realizar ejercicio físico aeróbico para quemar la grasa que se acumula por los excesos y ayudar a filtrar esos líquidos.
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– Evitar consumir dulces, alcohol o alimentos muy calóricos los días que no hayan acontecimientos especiales.
Llevando a cabo estos consejos, podemos disfrutar las comidas con familiares y amigos sin llevarnos un susto en enero.
