Para obtener esta información, ambas organizaciones han recogido datos de recientes investigaciones epidemiológicas que indican que el consumo de esta bebida se asocia directamente a una mayor longevidad y a una mayor supervivencia de la población general.
En este sentido, se ha comprobado que disminuye el riesgo de padecer la mayor parte de enfermedades. Entre ellas, destacan a la enfermedad cardiovascular, respiratoria, ictus, diabetes, infecciones o lesiones. Recientemente, otros trabajos han demostrado qus su consumo reduce la probabilidad de desarrollar insuficiencia cardiaca. De esta forma, estas afirmaciones se contraponen a lo que la población y algunos colectivos profesionales tradicionalmente siempre han considerado.
Siempre se había afirmado que el café podía producir un aumento del riesgo cardíaco debido al efecto estimulante de la cafeína, uno de los más de 1.000 elementos bioactivos que contiene el café. Sin embargo, las recientes publicaciones y trabajos epidemiológicos están demostrando que su consumo no sólo no aumenta el riesgo, sino que mejora la salud cardiovascular.
El café consumido de forma habitual tampoco se asocia con hipertensión arterial, si bien es verdad que un consumo aislado en una persona no habituada conlleva aumento de pulsaciones y de la tensión arterial.
Lo que sí se debe eliminar es el cigarrillo que suele acompañar su ingesta. Se ha demostrado que los adultos que más fuman son los consumidores de café, y es precisamente el tabaco el que sí conlleva un alto riesgo de mortalidad.