Con el descenso de las temperaturas han empezado a llegar los primeros resfriados. Además de las molestias que provocan, los catarros pueden ser algo más que enfermedades banales. En ocasiones, en personas con problemas respiratorios, o cardíacos, pueden dar lugar a serios problemas. Y no hay una vacuna para prevenirlos, ni siquiera un tratamiento eficaz: sólo se pueden tratar los síntomas.
Según apunta el Dr. Vicente Palop, subdirector médico asistencial del Hospital Universitario de La Ribera es importante beber muchos líquidos (agua, zumos, infusiones), que contribuyen a que la mucosidad sea más fluida y, por tanto, más fácil de expulsar. También es recomendable realizar vahos con vapor de agua y no fumar. El malestar general, dolor de cabeza o dolor de garganta pueden ser aliviados con analgésicos básicos como el paracetamol y el ibuprofeno, si bien es fundamental no automedicarse y consultar siempre al médico de familia si se opta por tomar algún medicamento.
¿Cómo podemos prevenir el resfriado?
- Cuida la higiene personal, especialmente la de la nariz y las manos.
- Lávate cuidadosamente la nariz con agua y sal, lo que mejorará la congestión nasal, en caso de padecerla.
- Ventila la casa y el lugar de trabajo; y evita los espacios cerrados donde haya mucha gente. Hay que mantener un grado adecuado de humedad en estas estancias, ya que si se reseca en exceso la mucosa nasal, es más fácil que accedan los virus a través de ella.
- Duerme suficiente y realiza actividad física diaria.
- Evita los cambios bruscos de temperatura y abrígate adecuadamente cuando salgas al exterior procedente de un lugar con la calefacción muy alta.
- Aunque no está demostrado científicamente que la vitamina C protege frente a los catarros, es importante mantener una alimentación adecuada. Recuerda que el desayuno debe ser la comida más fuerte del día.