Se calcula que 1 de cada 10 personas padece de varices, unas dilataciones de las venas, que se hacen gruesas y abultan por debajo de la piel. Se habla de insuficiencia venosa cuando las varices no son capaces de devolver al corazón toda la sangre que llega a las piernas. Aunque para algunas personas es solo un problema estético, para otras es muy molesto.
La sangre transporta el oxígeno desde el corazón a todo el cuerpo por unos conductos llamados arterias. Cuando la sangre llega a los órganos y tejidos, deja allí el oxígeno y regresa al corazón por otros conductos que se llaman venas. Cuando la sangre tiene que volver desde las piernas al corazón, debe vencer la fuerza de la gravedad. Para ello, las venas tienen un mecanismo para empujar la sangre. Cuando falla, la sangre se estanca en las venas, sus paredes se dilatan y pierden su forma, apareciendo las varices.
¿Quién suele tener varices?
- Son más frecuentes en las mujeres.
- Personas que están mucho tiempo de pie o sentadas.
- Personas obesas.
- Embarazadas.
Suelen empeorar con el calor (verano).
¿Cuáles son sus síntomas?
Los principales síntomas son pesadez y cansancio en las piernas, picor, dolor sobre las varices, calambres musculares e hinchazón de las piernas, sobre todo en los tobillos.
¿Qué se puede hacer?
- Evitar el exceso de peso.
- Haz ejercicio físico de forma regular (caminar, nadar, montar en bicicleta).
- Evita estar cerca de fuentes de calor (estufas, radiadores, saunas).
- Si sientes las piernas cargadas, aplícate duchas de agua fría sobre ellas; te aliviarán).
- Evita el estreñimiento. Bebe 2 litros de agua al día y, si es necesario, haz una dieta rica en fibra.
- Evita llevar ropa muy ajustada (fajas, ligas, cinturones y pantalones apretados, calcetines con goma estrecha).
- Evita el zapato plano y el tacón muy alto. Utiliza calzado con tacón de 3-4 cm.
- Cuando te sientes, intenta hacerlo con las piernas elevadas y procura no cruzarlas.
- Haz descansos con las piernas levantadas por encima del corazón (30 minutos durante 2-3 veces al día).
- Duerme con las piernas ligeramente levantadas (10-20 cm.)
- Si estás mucho tiempo de pie, haz ejercicios con las piernas; por ejemplo, puedes ponerte de puntillas varias veces seguidas.
- Date masajes en las piernas desde el tobillo hasta el muslo.
Acude al médico de cabecera:
- Si persisten las molestias a pesar de las recomendaciones anteriores.
- Si sientes dolor o inflamación en la zona de una variz.
- Si la piel de las piernas cambia de aspecto o color.
- En caso de úlceras o heridas.
- Si una variz sangra después de un golpe.
- En caso de dolor en la pantorrilla, con hinchazón de la pierna y aumento del tamaño de las venas.