Cuando hablamos de «pie diabético» nos referimos a una infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos relacionados con alteraciones de los nervios y distintos grados de daño en los vasos sanguíneos extremidades inferiores, que puede afectar a aquellos pacientes que sufren diabetes mellitus.
Se ha difundido un dato revelador, en el que se asegura que trescientas personas de la comarca la padecen y existen muchas más que podrían padecerla sin ser conscientes de ello. Además, en el Departamento de Salud de La Ribera existen unos 20.000 diabéticos mayores de 14 años.
Para ello, el hospital ha elaborado un protocolo de abordaje integral, en el que aseguran que detectándolo de forma precoz y con un buen tratamiento, además de unos cuidados por parte del paciente, reduciría en un 80 % las amputaciones debidas a la enfermedad.
Pero hay que centrar más aún la atención si nos fijamos en que los trastornos en los pies son la principal razón de hospitalización en personas con diabetes. El 80% de las amputaciones no traumáticas que se llevan a cabo en España tiene como antecedente la úlcera diabética, según declaraciones del Dr. Antonio Fuertes, subdirector asistencial del Departamento de Salud de La Ribera.
El protocolo recoge una serie de actuaciones dirigidas al personal sanitario, que se han organizado en tres grandes grupos: prevención primaria, prevención secundaria y prevención terciaria. Su objetivo es reducir la incidencia en la población de este problema, mejorar la calidad de vida de los pacientes y que descienda la cantidad de amputaciones por esta razón, hablando de una reducción de hasta un 80 %.
Se ha señalado que, sin restarle importancia, ya que es una enfermedad frecuente y de no fácil solución, es una de las complicaciones diabéticas más fáciles de prevenir, señaló el Dr. Fuertes.
Niveles de abordaje
Siguiendo el protocolo, el personal médico y de Enfermería del Departamento de Salud de La Ribera llevará a cabo exámenes físicos de los pacientes diabéticos que tengan a su cargo, para así comprobar el nivel de riesgo que presenta el paciente de padecer pie diabético. Dentro de estas actuaciones de prevención primaria, también contempla la realización de sesiones formativas en las que personal de Enfermería se encargará de ofrecer a los pacientes diabéticos recomendaciones para prevenir las lesiones, reconocer los posibles problemas del pie y adoptar de inmediato las medidas oportunas.
Una vez el paciente presenta ya una úlcera superficial y/o una úlcera que penetra en los tejidos sin afectar al hueso, entonces se adoptan las actuaciones de prevención secundarias. El protocolo establece las actuaciones que el personal sanitario debe llevar a cabo con el objetivo de realizar un diagnóstico precoz y de abordar y controlar la infección, y educar al paciente para que se cuide las úlceras.
En última instancia, la prevención terciaria es la que actúa cuando las úlceras están más avanzadas, con el fin de evitar más complicaciones, como gangrena y así evitar la amputación y, en consecuencia, la discapacidad, e incluso la muerte del paciente. Aquí el protocolo establece si el paciente afectado de pie diabético debe ser hospitalizado, y someterse a los servicios de cirugía vascular, dermatología, traumatología o urgencias, dependiendo del grado de complicación que presente.