¿Problemas en los pies?

Tacones de infarto, zapatos tan estrechos que parecen un calcetín o suelas tan delgadas que prácticamente es como andar descalzo/a. En algunos casos, las nuevas tendencias en la moda del calzado no tienen en cuenta la morfología del cuerpo humano y dan lugar a problemas en los pies que pueden ser irreversibles (juanetes, deformidades, callos, etc). ¿Has padecido alguno de estos problemas o tienes molestias que te preocupan? ¿Llevas habitualmente estos tacones de infarto? Entonces, deberías leer este post.

Aunque el factor genético también influye, utilizar calzado estrecho y poco confortable suele ser la causa principal de estas patologías. Los zapatos que acaban en punta hacen que los dedos estén siempre oprimidos y no tengan espacio entre ellos. El juanete es una de las deformidades que pueden aparecer por este motivo. Afecta a la articulación del dedo gordo y provoca que este se vaya desviando poco a poco hacia el resto. Como consecuencia, aparece un bulto en el borde del pie, muy próximo al dedo gordo, que suele producir dolor.

El juanete es uno de los problemas de los pies que no se puede corregir a menos que sea con una intervención quirúrgica. Un calzado adecuado frenará su desarrollo, pero nunca hará desaparecer al bulto. Del mismo modo, si la deformación se elimina mediante una operación quirúrgica, es importante utilizar siempre un buen calzado para que la cirugía no pierda efectividad.

Si los zapatos, además de ser estrechos, tienen tacón la cosa se complica todavía más, ya que se ve afectada toda la postura corporal. El tacón hace que el pecho se venza hacia fuera, la cadera y la columna estén desalineadas, las rodillas sufran más presión y el peso del cuerpo no se distribuya de manera uniforme por la planta del pie. Como consecuencia, aparece contorsión de la planta del pie, fatiga muscular, artrosis prematura en las rodillas, hernias discales, etc.

Cómo elegir un buen calzado y evitar problemas en los pies

¡No te vuelvas loca! De forma ocasional podemos utilizar tacones y zapatos que sean un poco más estrechos, aunque solo sea por unas horas. Como bien dice el refrán, “una vez al año no hace daño” y si es así, no tienen por qué aparecer problemas en los pies. Sin embargo, para el día a día es importante elegir el calzado de forma correcta:

calzado estrecho

  • Evita llevar tacones durante muchas horas y si eres de las que se resiste a ello opta por una pequeña cuña.
  • No utilices zapatos de punta estrecha o que acaben en forma de V invertida. Recuerda que los dedos deben tener suficiente espacio.
  • Ten zapatos de diferentes tipos y utilízalos de forma alternada.
  • Lo ideal es un zapato de piel, con la horma adecuada y un tacón de unos 3 cm, ya que los zapatos totalmente planos tampoco son recomendables.

Nuestra mejor recomendación es que los pies no sean los grandes olvidados de tu cuerpo. Cuídalos cada día, mantenlos debidamente hidratados y evita que sufran con calzados inadecuados. Si sientes molestias o crees que tienes alguna de las patologías mencionadas deberías acudir al servicio de Traumatología de tu hospital o en su caso al de los hospitales del Grupo Ribera Salud; Hospital Universitario de Vinalopó o del Hospital Universitario de Torrevieja.

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