Este lunes ha empezado la primavera y con ella llega una explosión de colores y aromas en la naturaleza que también se aprecia en los jardines de nuestras ciudades. Sin embargo, claro está, con ese florecer de plantas y árboles empiezan los síntomas de las temidas alergias. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), cerca de ocho millones de españoles tienen alergia al polen, siete de los cuales son alérgicos a las gramíneas, por los alérgicos al olivo, arizónica, plátano de sombra, salsola y parietaria.
La rinitis alérgica es la alergia más frecuente, que provoca estornudos, secreción, picor y congestión nasal. Pero también hay episodios de conjuntivitis asociados a diferentes tipos de alergia al polen, así como casos de irritación de garganta y tos seca, que puede asociarse al asma. Hoy vamos a explicar en esta entrada al blog por qué muchas personas alérgicas sienten que empeoran sus síntomas por la noche.
En muchas ocasiones, los síntomas de la alergia no aparecen mientras paseamos por el parque o un bulevar de nuestra ciudad, sino que se hacen notar varias horas después, cuando ya estamos en casa y, en teoría, no estamos tan expuestos a los pólenes del exterior. Tiene una explicación. Las enfermedades alérgicas son reacciones de hipersensibilidad mediadas por un anticuerpo. Las partículas de los pólenes se unen a los anticuerpos fijados a las células de las mucosas nasales y de los bronquios, que en unos casos se activan y liberan unos agentes químicos causantes de los síntomas de la alergia, pero en otros, esa reacción se produce horas después del contacto con los alérgenos. De ahí que, en ocasiones, percibamos los síntomas de la alergia con más intensidad unas horas después de habernos expuesto a ellos.
Además, la producción de algunas hormonas, como el cortisol, se vinculan con el ciclo de la luz (ritmos circadianos). El ritmo circadiano del cortisol tiene secreción máxima en las primeras horas de la mañana (amanecer) y mínima hacia las 23 horas. Esto explica que su potente efecto antiinflamatorio no ayude a mitigar los efectos de la alergia por la noche.
Consejos para mitigar los efectos de la alergia
La doctora Carmen Mogío, jefa del Servicio de Alergología del hospital Ribera Povisa, asegura que “la inmunoterapia o vacunación con alérgenos da muy buenos resultados en aquellos casos de alergia al polen en los que está indicada”. Explica, además, que la alergia primaveral suele aparecer alrededor de los 8 o 9 años, aunque tampoco es infrecuente que aparezca entre los 20 y los 40. Además, explica que puede desaparecer en las personas de más edad, como consecuencia del debilitamiento del sistema inmunitario.
Además, explica que el uso de la mascarilla en entornos en los que una persona alérgica sabe que puede acusar de manera especial la presencia de polen es muy recomendable. Además, aconseja:
- Uso de gafas de sol
- Evitar salir días de mucho viento o salir con mascarilla
- En el coche en marcha, subir las ventanillas
- En casa, no ventilar demasiado y evitar la primera y última hora de la mañana
- Lavar la fruta y la verdura fresca para eliminar polen asentado en la piel o superficie
La doctora Mónica Antón, responsable del Servicio de Alergología del Hospital Universitario del Vinalopó, añade, por su parte:
- Evitar salidas al campo, cortar el césped, barrer aceras o jardines o hacerlo con mascarilla.
- No secar la ropa en las horas de mayor polinización porque el polen queda atrapado en la ropa y pasa a las personas alérgicas
- Evitar el contacto con otras sustancias contaminantes como el humo del tabaco.
- Estar informado de los niveles de polinización en la zona donde se reside y también consultar estos niveles cuando se viaja.
Cómo afecta la contaminación y el cambio climático a los alérgicos
La doctora Laura Vázquez Fuertes, responsable del Servicio de Alergología del Hospital Universitario de Torrejón, que gestiona también el grupo sanitario Ribera, explica además que los factores medioambientales que más afectan a las personas alérgicas son la contaminación (partículas diésel) y el cambio climático. “Los síntomas en los pacientes que viven en poblaciones cerca de autopistas y grandes ciudades se agravan porque, a pesar de que las concentraciones de pólenes allí son menores que en zonas rurales, estos son más agresivos por la producción de proteínas de estrés como defensa a las partículas contaminantes del aire”.
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Yo lo paso muy mal con la alergia