La Sociedad Española de Oncología Médica asegura que el cáncer de mama es el tumor más diagnosticado en la mujer. Se estima que una de cada ocho mujeres lo padecerá y que en 2020 se evaluarán en España unos 32.953 casos. Porque al cáncer de mama le da igual el COVID, si ya tiene previsto entrar en la vida de una mujer.
Es por eso que el doctor Juan Carlos Toral, jefe del Servicio de Ginecología de Ribera Salud en los hospitales de Vinalopó y Torrevieja insiste en la importancia de hacer llegar a las mujeres que los hospitales son espacios seguros para que no falten a ninguna revisión. “Es fundamental informar a las pacientes sobre las medidas que se aplican para evitar contagios, dado que gran parte de los medios se centran en hablar de la prevención a nivel social, escolar y familiar”, asegura, al tiempo que pone el foco en la necesidad explicar “cómo hemos ido cambiando nuestro sistema sanitario para dar un nivel de seguridad máximo que no comprometa la atención sanitaria”.
Todos los centros sanitarios, también los del grupo Ribera Salud, han adaptado sus instalaciones para que esta pandemia afecte lo menos posible a las revisiones y tratamientos de todos los pacientes oncológicos. Y en el caso de las mujeres, los profesionales insisten en la importancia de acudir a todas las revisiones, cruciales para abordar el cáncer de mama en los primeros estadios de la enfermedad. El COVID no puede ni debe interrumpir ni posponer estas revisiones. “El cáncer de mama es una patología oncológica cuyo diagnóstico en fases tempranas es fundamental para alcanzar altos niveles de curación”, asegura el doctor Toral.
En esta misma línea se expresa el jefe de la Unidad de Mama de Ribera Salud en el Hospital Universitario de Torrejón, Lorenzo Rabadán. “El retraso del diagnóstico en tan solo tres meses empeora las probabilidades de curación, lo que es especialmente triste en el caso del cáncer de mama, ya que la supervivencia se acerca cada día más al 100% a los cinco años, cuando se detectan en fases muy precoces”, explica, al tiempo que destaca las medidas de seguridad adoptadas. “El aforo en las salas de espera de servicios centrales como Radiología se ha ido adecuando durante la pandemia para respetar la distancia mínima de seguridad pero manteniendo a la vez un ritmo de pacientes citadas por agenda que no dispare la demora en pruebas diagnósticas”, asegura. Además, en todos los centros sanitarios de Ribera Salud “hemos hecho hincapié en revisar las solicitudes de pruebas diagnósticas, dando preferencia a aquellas pacientes que bien por edad o por síntomas, presentaban mayor riesgo y, siguiendo con nuestros protocolos, hemos intentado ante todo que las pacientes con alta sospecha de cáncer de mama fuesen diagnosticadas en acto único, reduciendo el número de visitas innecesarias al hospital al mínimo”.
“Es normal que la paciente tenga miedo”, reconoce el doctor Toral, asumiendo que “no es fácil para ellas, como para los pacientes de otras patologías, ver que se limitan las visitas a pacientes ingresados, que es necesaria una PCR antes de cualquier intervención o que hay un aforo máximo en salas de espera”. También ha percibido ese miedo el doctor Rabadán. “Con frecuencia recibimos llamadas y mensajes de nuestras pacientes expresando su miedo a acudir al hospital para realizarse pruebas diagnósticas o para intervenirse”, asegura. Pero al mismo tiempo añade que “nuestra labor consiste en ayudar a las pacientes a gestionar el estrés que origina acudir a un centro sanitario en época de pandemia, resaltando el valor de nuestros programas de prevención y seguimiento del cáncer de mama”.
Como el doctor Rabadán, el doctor Toral destaca que “todas las medidas de seguridad se aplican para garantizar su seguridad y la de todos”. Y reitera que a pesar de los condicionantes COVID, las pacientes reciben una atención personalizada, muy cercana y amable, porque en los hospitales de Ribera Salud “acompañamos, cuidamos y hacemos todo lo posible por curar a todas nuestras pacientes”.
Para ese acompañamiento, a cualquier hora del día, cualquier día del año, han ayudado mucho las nuevas vías de comunicación con las pacientes. El doctor Rabadán asegura que las consultas telemáticas “son una herramienta que facilita la atención personalizada, el seguimiento de nuestras pacientes, la comunicación de resultados y la respuesta a las dudas e inquietudes de nuestra población con un valor añadido de seguridad, especialmente en época de medidas de confinamiento”. Todos los recursos personales y tecnológicos se ponen a disposición de las pacientes con sospecha o diagnóstico de cáncer de mama para ayudarles a enfrentarse a la enfermedad.
Y aquí viene el consejo clave de los profesionales de Ribera Salud. “Es imprescindible que las mujeres continúen con su programa de revisiones, sabiendo que nuestros hospitales son espacios seguros y que cuentan con nuestro compromiso de una atención personalizada en el marco del cumplimiento de las normas más estrictas de higiene y distanciamiento social”.