En verano hay un incremento patologías gastrointestinales, como la gastroenteritis y las intoxicaciones alimentarias, debido sobre todo al calor y a las comidas fuera de casa, tal y como explica el doctor José Ramón García López, jefe del servicio de Pediatría del hospital Ribera Juan Cardona de Ferrol. En la entrada de hoy al blog de salud del grupo sanitario Ribera, vamos a repasar brevemente qué es la gastroenteritis, las causas más frecuentes, los síntomas y cómo tratarlo y cuándo acudir a Urgencias.
Qué es la gastroenteritis
La gastroenteritis es una afección que causa inflamación e irritación en el estómago y los intestinos. Esta condición puede ser aguda, desarrollándose repentinamente y durando solo unos pocos días, o crónica, persistiendo por un período más largo. La gastroenteritis aguda es la más común y generalmente se resuelve por sí sola con el tiempo.
Causas más frecuentes de la gastroenteritis
Durante el verano, la incidencia de gastroenteritis puede aumentar debido a varios factores ambientales y de comportamiento. Destacan:
1. Infecciones virales
La causa más frecuente de gastroenteritis es viral, especialmente por rotavirus y norovirus. Estos virus se propagan fácilmente en lugares concurridos, como piscinas, playas y campamentos de verano. El norovirus, en particular, es altamente contagioso y puede transmitirse a través de alimentos contaminados, agua o contacto directo con personas infectadas.
2. Infecciones bacterianas
Las bacterias como la salmonella, Escherichia coli (E. coli), y Campylobacter son responsables de muchas infecciones gastrointestinales, especialmente durante el verano. La comida mal cocida o mal manejada, especialmente productos cárnicos y lácteos, es una fuente común de estas bacterias. Las altas temperaturas favorecen la proliferación bacteriana, aumentando el riesgo de contaminación alimentaria.
3. Parásitos
Los parásitos como Giardia lamblia pueden ser ingeridos a través del agua contaminada, especialmente en áreas donde la sanidad es deficiente. Actividades recreativas en agua, como nadar en lagos o ríos, pueden aumentar el riesgo de infección.
4. Intoxicación alimentaria
El verano es la temporada de comidas y cenas al aire libre, donde es fácil que los alimentos se contaminen si no se mantienen a las temperaturas adecuadas. La intoxicación alimentaria puede resultar de consumir alimentos que han estado demasiado tiempo expuestos al calor o que no han sido cocidos correctamente.
5. Consumo de alimentos o agua contaminada
Durante las vacaciones, es común viajar a destinos donde la calidad del agua y la seguridad alimentaria pueden no ser óptimas, lo que incrementa el riesgo de contraer infecciones gastrointestinales.
Síntomas comunes. Cómo saber que tenemos gastroenteritis
Los síntomas de la gastroenteritis pueden variar desde leves hasta severos, y generalmente aparecen de uno a tres días después de la exposición al agente infeccioso. Los síntomas más comunes son:
- Diarrea acuosa: suele ser el síntoma predominante y puede variar en intensidad.
- Náuseas y vómitos: pueden causar deshidratación si no se manejan adecuadamente.
- Dolor abdominal y calambres: resultantes de la inflamación intestinal.
- Fiebre: a menudo leve, aunque puede ser más alta en infecciones bacterianas.
- Fatiga y debilidad: debido a la pérdida de líquidos y nutrientes.
- Dolor de cabeza y dolor muscular: comúnmente asociados con la fiebre y la deshidratación.
Recomendaciones para tratar la gastroenteritis
“Una gastroenteritis aguda se debe tratar básicamente con un reposo digestivo relativo, evitando las comidas copiosas”, apunta el pediatra del hospital Ribera Juan Cardona. “Los alimentos deben ser astringentes, con pocos azúcares y poca fibra. Lo más recomendable es seguir una dieta blanda que se basa en alimentos cocidos y fáciles de digerir, pueden ser pastas, pescados, etc, siempre exentos de azúcares elaborados, de fibra vegetal o grasas”, añade.
La gastroenteritis generalmente se resuelve por sí sola, pero es importante seguir ciertas recomendaciones para aliviar los síntomas y prevenir la deshidratación:
1. Hidratación adecuada
La deshidratación es una de las principales complicaciones de la gastroenteritis. Se recomienda beber agua en abundancia, así como soluciones de rehidratación oral que contengan electrolitos para reemplazar los minerales perdidos. Evitar bebidas azucaradas, cafeína y alcohol, ya que pueden empeorar la deshidratación.
2. Dieta suave
Durante los primeros días, es aconsejable seguir una dieta blanda para no irritar más el tracto digestivo. Alimentos como arroz blanco, plátanos, puré de manzana, pan tostado y galletas saladas son recomendables. Evitar productos lácteos, alimentos grasos, picantes y ricos en fibra hasta que los síntomas mejoren.
3. Reposo
El descanso es esencial para que el cuerpo pueda combatir la infección de manera efectiva. Dormir lo suficiente y evitar actividades físicas extenuantes ayuda a acelerar la recuperación.
4. Uso de medicamentos
En algunos casos, el médico puede recomendar medicamentos antidiarreicos o antieméticos para controlar los síntomas. Sin embargo, es importante consultar con un profesional antes de tomar cualquier medicamento, especialmente en el caso de niños y ancianos.
5. Medidas de higiene
Para prevenir la propagación de la infección, es fundamental lavarse las manos frecuentemente, especialmente después de ir al baño y antes de comer. También es crucial limpiar y desinfectar superficies y utensilios que hayan estado en contacto con personas infectadas.
Cuándo acudir a Urgencias
Aunque la gastroenteritis suele ser una enfermedad autolimitada, hay situaciones en las que es necesario buscar atención médica de urgencia:
- Deshidratación severa
Síntomas de deshidratación grave, como boca y piel secas, orina de color oscuro, poca o ninguna producción de orina, confusión, y mareos, requieren atención médica inmediata.
- Presencia de sangre en las heces o vómito
La sangre puede indicar una infección más grave o una complicación que necesita evaluación médica urgente.
- Fiebre alta persistente
Una fiebre superior a 38.5 °C (101.3 °F) que no baja con antipiréticos o que se mantiene durante varios días debe ser evaluada por un médico.
- Vómitos persistentes
Si los vómitos son constantes y evitan la ingesta de líquidos, es importante buscar atención médica para evitar la deshidratación.
- Síntomas prolongados
Si los síntomas persisten más allá de una semana, es importante consultar con un médico para descartar otras afecciones subyacentes.
- Personas vulnerables
Los niños pequeños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos debilitados están en mayor riesgo de complicaciones y deben recibir atención médica más rápidamente si presentan síntomas de gastroenteritis.
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