La dismenorrea primaria es la causa más frecuente de regla dolorosa y aparece en el inicio de los períodos menstruales, periodo al que los médicos conocen como la menarquia, o al poco tiempo de ella. Según explica el doctor Rubén Betoret, jefe de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario del Vinalopó, gestionado por el grupo sanitario Ribera, “no existe ninguna patología que sea la causa directa de este dolor”. Porque en algunos casos son molestias, sí, pero en otros es dolor, y del fuerte, en el área abdominal que, en ocasiones, puede ir acompañado de mareos, angustia y dolor de cabeza.
Y no hablamos de casos extraordinarios. El doctor Betoret recuerda que la dismenorrea primaria “es el síntoma ginecológico más frecuente en las mujeres, sobre todo en adolescentes y mujeres jóvenes”. En concreto, añade con datos oficiales, la padecen en mayor o menor grado entre el 30 y el 60% de mujeres en edad reproductiva, siendo de carácter severo entre el 7 y 15% de los casos.
Cómo reducir el dolor de la regla
Entre los consejos que facilita este especialista del grupo sanitario Ribera destacan llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio físico moderado. “Para el momento agudo de dolor, además de la medicación, se puede aplicar calor local en la zona”, añade. Sí que apunta el doctor Betoret que el sobrepeso, antecedentes familiares de dismenorrea y situaciones estresantes “favorecen la posibilidad de padecer reglas dolorosas”.
Por lo que respecta a la medicación, el responsable del Servicio de Ginecología del Hospital del Vinalopó explica que “el primer recurso terapéutico son los inhibidores de la síntesis de las prostaglandinas, es decir, los analgésico conocidos como AINES: Ibuprofeno, Naproxeno, Dexketoprofeno y ácido mefenámico que, además de reducir el dolor, disminuyen el flujo menstrual”. “Su mayor efectividad se consigue tomando la medicación al iniciarse los primeros síntomas, en concreto en el inicio de sangrado o los primeros dolores, incluso unas horas antes, sin esperar a que los síntomas sean intensos”. Cuando duele mucho es más difícil conseguir el efecto deseado contra el dolor.
Una alternativa, en caso de fracaso o intolerancia a los anteriores, explica, son los inhibidores de leucotrienos, como el celecoxib o rofecoxib.
El por qué de los casos en los que la dismenorrea se denomina secundaria está más definido. Su origen está en patologías como la endometriosis, la enfermedad pélvica inflamatoria, malformaciones genitales, tumoraciones genitales como miomas o quistes ováricos, y alteraciones digestivas o musculares. “Es decir, existe una causa que justifica el dolor y puede empeorar con el paso del tiempo”, explica el especialista.
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