- Hoy, 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud, bajo el lema «Inocuidad de los alimentos». La existencia de enfermedades de transmisión alimentaria sigue siendo un problema de salud significativo tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Más de 200 enfermedades conocidas se transmiten a través de los alimentos. Una preparación adecuada puede prevenir la mayoría de estas enfermedades. Especialistas del Hospital Universitario de La Ribera te explican en este post qué medidas debes adoptar para que los alimentos que ingieres estén en las mejores condiciones posibles.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las cinco claves para la inocuidad de los alimentos son: mantener la limpieza, separar alimentos crudos y cocinados, cocinar completamente, mantener los alimentos a temperaturas seguras y usar agua y materias primas seguras.
Así, es importante que, a la hora de comprar, compruebes la fecha de caducidad de los alimentos. Es necesario que, aquellos productos que deban mantenerse en frío, se transporten lo más rápidamente posible a la nevera; en caso de alimentos congelados, se recomienda el uso de bolsas isotérmicas para el transporte.
Deben desecharse los botes con irregularidades, abolladuras o abombamientos. En este caso, hay que tener especial precaución con las conservas de tipo casero, que son las de mayor riesgo.
Si vas a comprar huevos, comprueba que están limpios y que no presentan ninguna rotura.
Dentro del frigorífico, los alimentos deben clasificarse por grupos y guardarse bien tapados, utilizando papel film o fiambreras, para evitar que las gotas de algunos alimentos puedan caer sobre otros y evitando, así, la contaminación cruzada. En caso de utilizar papel film, hay que asegurarse de no poner nada encima y de que cierra bien. Los alimentos que precisen lavado antes de su consumo (frutas, verduras), deben ocupar siempre la parte de abajo del frigorífico.
Preparación de la comida
El lugar en el que se prepara la comida también influye a la hora de evitar una intoxicación alimentaria. Así, hay que limpiar la tabla, el banco de preparación y los utensilios de cocina cada vez que se cambie de alimento.
Es aconsejable utilizar el papel de cocina en lugar de bayetas y vigilar el estado de limpieza de los trapos de cocina en caso de que se utilicen, puesto que pueden contribuir a esparcir los gérmenes.
De la misma forma, deben mantenerse las manos bien limpias antes de manipular los alimentos y cada vez que cambies de alimento, ya que son fuente de transmisión de bacterias.
No se debe utilizar nunca la cáscara de huevo para separar las claras de las yemas. Es aconsejable usar un separador de yema o ayudarse de una cuchara o tenedor para hacerlo.
Si la comida no se va a consumir de inmediato, es necesario que, una vez preparada se guarde rápidamente en la nevera y se caliente antes de comerla. Los gérmenes se reproducen más por encima de los 5º, esto es, fuera de la nevera, y por debajo de los 68º, esto es fuera del fuego. Por este motivo, no hay que dejar que los alimentos se enfríen o descongelen en el banco de la cocina, sino dentro del frigorífico.