Fibromialgia: cómo manejar sus síntomas y mejorar la calidad de vida

La fibromialgia es un síndrome crónico, caracterizado por un dolor musculoesquelético difuso, fatiga, trastornos del sueño y puntos sensibles en varias partes del cuerpo. A pesar de ser una condición que afecta a un número considerable de personas, su diagnóstico puede ser complejo, debido a la variedad de síntomas y a la ausencia de una prueba específica. El hospital Ribera IMSKE, especializado en el aparato locomotor, ha activado su Unidad de Fibromialgia en Valencia, liderada por los doctores Vicente Palop y Patricia Roth, superespecializados en esta patología y, en el caso del doctor Palop, con más de 30 años de experiencia en el tratamiento de pacientes con este síndrome.

En la entrada al blog de salud del grupo sanitario Ribera hoy vamos a hablar de qué es la fibromialgia, sus síntomas, cómo se aborda hoy en día esta enfermedad y, además, facilitaremos algunos consejos prácticos para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Se calcula que solo en España puede haber hasta 900.000 personas con esta patología, aunque no todas están diagnosticadas y, en algunos casos, se han resignado a vivir con dolor.

Qué es la fibromialgia

La fibromialgia es un trastorno crónico caracterizado por un dolor generalizado en los músculos, ligamentos y tendones. Se cree que está relacionado con una alteración en la forma en que el cerebro procesa las señales de dolor, amplificando las sensaciones dolorosas. Aunque su causa exacta no se comprende completamente, factores genéticos, ambientales y psicológicos pueden desempeñar un papel en su desarrollo.

El doctor Palop explica que “es un dolor que las pacientes sufren las 24 horas, y que tiene una repercusión muy importante en su estado de ánimo, provocando ansiedad y depresión en algunos casos”. Además, añade, puede provocar un deterioro cognitivo. “Cuando una persona que tiene dolor crónico, en ocasiones no duerme y no es capaz de recordar siquiera lo que ha hecho un día o con quién ha estado”, añade.

Los síntomas de la fibromialgia

Los síntomas de la fibromialgia pueden variar mucho, dependiendo de las personas, su forma física y su entorno, pero habitualmente incluyen:

• Dolor generalizado
• Fatiga persistente y agotamiento
• Problemas para conciliar el sueño o mantener un sueño reparador
• Rigidez muscular
• Dificultades cognitivas, conocidas como «niebla mental» (como antes hemos explicado, las dificultades cognitivas suelen aparecer a raíz de un dolor constante, persistente e intenso y la dificultad para descansar correctamente).
• Sensibilidad a la temperatura, ruido, luces brillantes y olores fuertes.
• La Sociedad Española del Dolor también identifica problemas en el aparato digestivo, dolores de cabeza o faciales, dolores pélvicos, síntomas urinarios y dolencias en los diferentes sistemas.

Tratamiento y especialidades médicas en el abordaje de la fibromialgia

El manejo de la fibromialgia suele ser multidisciplinario e incluye una combinación de especialistas, medicamentos, terapias físicas y cambios en el estilo de vida, que abarcan desde la alimentación hasta el ejercicio físico. Los especialistas médicos que pueden estar involucrados en el tratamiento son:

• Reumatólogos y médicos de Familia: para el diagnóstico y manejo inicial.
• Médicos de Familia: para el seguimiento continuo y coordinación del tratamiento.
• Fisioterapeutas: para mejorar la función física y reducir el dolor.
• Psicólogos o psiquiatras: para abordar aspectos emocionales y de “desgaste” mental que supone la enfermedad, así como el control del dolor.
• Nutricionistas: para proporcionar pautas dietéticas que puedan ayudar a controlar los síntomas.

Consejos para mejorar la calidad de vida de pacientes con fibromialgia

Los especialistas en este síndrome complejo recomiendan la consulta con un médico para ajustar las actividades y pautas que permitan mejorara la calidad de vida de estos pacientes. Pero además, facilitan algunos consejos generales prácticos que pueden ayudar:

• Hacer ejercicio regularmente: iniciar un programa de ejercicios suaves como caminar, nadar o yoga puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la función física.
• Priorizar el sueño y el descanso: establecer una rutina de sueño regular y crear un ambiente propicio para dormir puede mejorar el descanso y la sensación de bienestar.
• Practicar técnicas de manejo del estrés: La meditación, la respiración profunda y la terapia cognitivo-conductual pueden ayudar a reducir el estrés y ayudar a mejorar también el bienestar emocional.
• Seguir una dieta equilibrada y variada: Consumir una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros puede proporcionar los nutrientes necesarios para mantener la salud general.
• Establecer límites: Aprender a decir “no” cuando lo consideramos necesario y priorizar las actividades que son más importantes puede ayudar a conservar la energía.
• Buscar apoyos: Participar en grupos de apoyo o hablar con amigos y familiares sobre los desafíos de la fibromialgia puede facilitar una red y un sentido de comunidad y comprensión muy importante.
• Llevar un diario de síntomas: Registrar los síntomas diarios puede ayudar a identificar factores desencadenantes y patrones que a medio plazo son útiles para el manejo de la enfermedad.
• Explorar terapias complementarias: Algunas personas encuentran alivio en terapias complementarias como la acupuntura, masajes o la aromaterapia.
• Establecer rutinas diarias: ayudan a reducir la ansiedad y a mejorar el manejo de los síntomas y nos obligan a mantener la actividad para evitar el aislamiento.
• Comunicarse con el equipo médico: Es importante comunicarse abiertamente con los profesionales de la salud que nos están tratando sobre los síntomas y preocupaciones, para ajustar el plan de tratamiento según sea necesario, porque nos esté ayudando. Si alguna pauta no nos encaja, hay que buscar alternativa.

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