Embarazo y parto son una prueba estresante para el cuerpo de la mujer. Por eso, tras el nacimiento del bebé, los especialistas recomiendan y pautan un periodo de tiempo, conocido como puerperio, para que el organismo de la madre se recupere. Es fundamental.
Hay que tener en cuenta que, además de los cambios hormonales que experimenta el cuerpo de la mujer durante el embarazo, los órganos que rodean el útero van modificando su posición para hacer sitio al bebé que va creciendo, y algunas funciones resultan afectadas, por ejemplo, por la presión que sufre la vejiga o el poco espacio que le queda al intestino (puedes ver en este vídeo los cambios en el cuerpo de la madre cada mes). Y a esto hay que sumar el momento del nacimiento. El parto, tanto vaginal como por cesárea, es otro momento que causa un impacto importante en el cuerpo de la mujer.
Tal y como explicamos en la web Ser Mamá, del grupo sanitario Ribera, el puerperio (coloquialmente llamado cuarentena) es el período que sigue inmediatamente al parto y que se extiende el tiempo que se considera necesario, aunque generalmente abarca entre las 6 y las 8 semanas, o 40 días como media, para que el cuerpo de la madre vuelva a las condiciones pregestacionales, por lo menos por lo que respecta a las condiciones anatomofisiológicas.
Carmen Rodríguez, supervisora de Paritorio del Hospital Universitario del Vinalopó, explica en el podcast Un café a tu salud, adjunto a esta entrada al blog, que este periodo posparto se divide en tres fases: la inmediata, las primeras 24 horas tras el parto. Las matronas hacen especial hincapié en las primeras dos horas en el paritorio, momento importante porque se fomenta la lactancia materna ya que el bebé está muy receptivo; seguido del puerperio precoz, que abarca entre las 24 horas y el noveno día aproximadamente, donde se producen cambios involutivos y se establece con regularidad y eficacia la lactancia ; y el puerperio tardío, entre el décimo día y el que hace 40-45 desde el nacimiento del bebé, fecha en la que se da por concluida esta etapa.
Y sí. Estas fases las pasan de igual forma las mamás que han tenido un parto vaginal o por cesárea.
Para Carmen Rodríguez, es muy importante que la mujer sea consciente de los cambios hormonales que sufre y que estos pueden provocar efectos emocionales. “El puerperio es el tremendo olvidado del parto, ya que parece que, una vez da a luz, todo acaba para la mamá, pero no es así”, asegura. Las matronas y profesionales en Obstetricia, asegura, “sabemos que es un periodo muy sensible, en el que la mujer a veces siente ganas de llorar y está muy cansada, pero al mismo tiempo, es clave para el correcto establecimiento de la relación mamá-bebé”, asegura. Por eso, anima a las mujeres que continúen su relación con las matronas durante ese periodo y, si tiene posibilidad, acudan a grupos posparto, para compartir con otras madres sus experiencias y sentimientos.
En este periodo de tiempo también son necesarios cuidados físicos en la propia mamá, aunque depende de cada mujer y del desarrollo del parto. En el caso de los partos vaginales, es importante mantener la zona perineal seca, cambiar con frecuencia las compresas, llevar una alimentación equilibrada, y siempre descansar cuando el bebé descansa.
Escucha el podcast sobre el puerperio aquí, con consejos de nuestros profesionales.
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