No vayas descalzo por el vestuario. Ni fuera de la piscina. Dúchate con chanclas. No toques las paredes de las duchas. Cubre el banco con tu toalla antes de sentarte… Estos son algunos consejos, muy de madre pero prácticos, para intentar evitar los hongos. Con la vuelta a las extraescolares, piscinas y gimnasios incluidos, niños y adultos nos exponemos más a este tipo de microorganismos, y los hay muy molestos y extremadamente contagiosos. Otros, no tanto. Pero mejor evitarlos.
Piscinas, vestuarios y duchas son algunos de los espacios preferidos para los hongos, que se benefician de los entornos húmedos para extenderse. Aunque nuestro cuerpo también es un hábitat confortable para ellos, por ejemplo, en la piel y las mucosas de rincones húmedos y cálidos de nuestra anatomía, como entre los dedos de los pies, axilas, ingles o bajo las mamas.
El doctor David Díez Agulló, coordinador médico del Centro de Salud Pla Vinalopó, explica para el blog de YoSalud que “generalmente los hongos tienen una relación con el ser humano de beneficio mutuo, sin perjuicio para el portador. Pero cuando las condiciones les son propicias, se multiplican, generando un sobrecrecimiento y una infección”.
Y ¿qué parte del cuerpo está más expuesta al contagio? Sin duda, los pies. Una de esas infecciones provocadas por hongos y que es muy frecuente es el conocido como “pie de atleta” que, según explica nuestro coordinador médico, puede afectar al paciente en diferentes formas. “Quizás la más frecuente o conocida es entre los dedos, aunque también puede manifestarse en “mocasín” (en la parte superior del pie) o en forma de ampolla”, explica. Esta infección está producida por lo que los especialistas llaman dermatofitos y tiene un fácil diagnóstico y tratamiento por parte del médico de familia. Debemos consultar con nuestro médico cuando aparezca algún tipo de erupción, sequedad o ampolla que no desaparezca en el plazo habitual.
Además, el doctor Díez advierte de la importancia de evitar que los hongos se extiendan, para que no llegue a la uña u otras zonas y obligar a tratamientos más largos.
Y ojo. Los pies no son el único punto de posible infección por hongos. El coordinador médico del centro de salud Pla Vinalopó explica que toda la piel, sobre todo el torso y la espalda, puede verse afectada por otro tipo común de infección conocida como pitiriasis versicolor. El doctor Díez explica que se manifiesta sobre todo durante el verano, y lo primero que observamos son unas lesiones con forma circular y confluente de una coloración más pálida que el resto de la piel sana. ¿Qué hace aquí el hongo? Genera una inflamación que afecta a las células que ayudan a broncear la piel, los melanocitos. Por lo tanto, explica el doctor Díez, esas partes de piel afectadas por el hongo no colorean igual y se quedan más blancas. De nuevo, cuando detectemos estas “manchas” que en realidad son hongos, debemos consultar a nuestro médico de cabecera o pediatra.
El experto consultado por YoSalud nos da algunos consejos, además de los comentados al comienzo del post, para intentar evitar estas infecciones por hongos.
- Usar prendas transpirables para hacer deporte.
- Utilizar calcetines de algodón. Si están húmedos tras hacer deporte o por el calor, quitárnoslos lo antes posible para lavarlos.
- Lavar bien entre los dedos de los pies y en los pliegues de nuestra piel en general, y a continuación secar bien.
- Si se es propenso a este tipo de infecciones, usar sustancias secantes y el espolvorear el calzado con polvos antifúngicos.
- No debemos andar descalzos por los vestuarios
- Secar y ventilar bien prendas deportivas y toalla.
- Cuidar los pies revisando uñas, rozaduras y heridas.