Hacer ejercicio físico de forma regular es uno de los hábitos de vida saludable que los profesionales sanitarios de cualquier área nos ponen siempre sobre la mesa. La teoría la tenemos todos muy interiorizada. Sin embargo, no debemos quedarnos con el titular. Como en las noticias o en los contratos, es importante leer la letra pequeña y escuchar los consejos de los profesionales sobre deporte seguro.
En el caso del ejercicio físico es fundamental el control médico, tanto para los principiantes como para quienes tienen previsto realizar una prueba de élite o muy exigente a nivel de esfuerzo porque “una sobrecarga de ejercicio para la que no estamos preparados puede ser el desencadenante de un accidente cardiovascular o una arritmia”, tal y como nos explica el cardiólogo de Ribera en el Hospital Ribera Santa Justa, Pablo García García.
Debemos ser cautos y no llevar a nuestro corazón al límite, como nos cuenta la cardióloga de Ribera en el Hospital Universitario de Torrejón, Mónica Recio. “Al no estar acostumbrados a este esfuerzo vamos a notar que el corazón se acelera más de lo esperable con una rápida sensación de ahogo o de falta de aire. Por ello es muy importante iniciarse en el deporte de forma gradual y siempre con esfuerzos de baja-moderada intensidad hasta que nuestro corazón se adapte al ejercicio”.
Para evitar esos problemas, existen exámenes físicos reglamentarios para deportistas federados y controles de salud exhaustivos para quienes se inician en un deporte. “Si hay un problema en el aporte de riego al corazón o algún problema de funcionamiento, es probable que podamos detectarlo sólo en estas circunstancias, con las pruebas que realizamos, y nos pase desapercibido en reposo”, explica el jefe de Cardiología de Ribera en el Hospital Ribera Povisa, Juan Carlos Arias.
Una de esas pruebas es la ergometría, que se realiza en los centros sanitarios de Ribera, y que además de para hacer un chequeo inicial a los deportistas permite “detectar problemas de isquemia, es decir, cuando existe sospecha de obstrucción coronaria que ocasione síntomas de dolor torácico, con el fin de ver si esos síntomas son reproducibles con el esfuerzo”, tal y como explica la doctora Recio. La cardióloga de Ribera en el Hospital de Torrejón explica, además, que la ergometría también está recomendada, entre otras situaciones, por ejemplo “para evaluar el pronóstico después de un infarto, o valorar la presencia de arritmias con el ejercicio, así como valorar la capacidad de esfuerzo máxima que tiene un paciente con cierta patología”.
Pero volviendo a la importancia de garantizar que nuestro cuerpo está preparado para el ejercicio físico, la ergometría permite “probar el corazón, sometiéndolo a un esfuerzo que le obligue a trabajar y a consumir mucho”, tal y como explica el doctor Arias a YoSalud. A lo que el doctor García añade que se recomienda esta prueba a “aquellos pacientes con factores de riesgo cardiovascular, que tengan miedo a realizar una práctica deportiva, bien porque han sido siempre sedentarios, bien porque se noten sensaciones extrañas cuando realizan algún tipo de actividad física”. En el mismo sentido se pronuncia la doctora Recio, que recomienda esta prueba de esfuerzo no solo a los pacientes que se han propuesto hacer deporte por primera vez en su vida o en mucho tiempo sino también “para aquellos que tengan algún factor de riesgo añadido como hipertensión, diabetes o colesterol alto, para ver cuál es el comportamiento de su corazón con el esfuerzo”.
Y terminamos nuestro post con los cinco consejos básicos para entrenar nuestro corazón y no asustarlo ni forzarlo excesiva ni brúscamente:
1. Realizar actividad física moderada al menos 5 días a la semana.
2. Realizar al menos 30 minutos de ejercicio cada día.
3. Empezar con una actividad ligera-moderada hasta que nos acostumbremos al esfuerzo.
4. Elegir el deporte que más nos guste alternando ejercicio aeróbico con ejercicios de fuerza.
5. Ser constante.