La relación entre depresión y salud cardiovascular es real. Por eso en la entrada del blog de hoy los profesionales del grupo sanitario Ribera nos explican cómo y por qué la depresión puede hacer enfermar, literalmente, al corazón. Y también nos darán consejos para cuidar el órgano del cuerpo con la iconografía más representada del mundo animado.
Muchos pensarán que la tristeza y el desánimo extremo de una depresión, es un desorden psicológico que no afecta realmente al corazón. Pero se equivocan. Existen estudios que señalan que la depresión puede favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares, principalmente la enfermedad coronaria y una insuficiencia cardiaca.
Así lo explica el doctor Eduardo Alegría, jefe del Servicio de Cardiología del grupo sanitario Ribera en el Hospital Universitario de Torrejón, que recuerda, además, que la depresión aparece en un 20% de los pacientes tras sufrir un infarto de miocardio y se relaciona con mayores tasas de incapacidad laboral o de retraso en la incorporación al puesto de trabajo tras un episodio de este tipo.
El coordinador de la Unidad de Hemodinámica de los hospitales universitarios de Vinalopó y Torrevieja, Francisco Torres, recuerda que las enfermedades cardiovasculares “son la primera causa de muerte en el mundo, en concreto, la enfermedad coronaria”.
De ahí que el doctor Alegría insista en que es fundamental y labor de todos “identificar los síntomas depresivos en las personas que han tenido un infarto de miocardio. Esto ayudará a iniciar un tratamiento temprano y ayudar a los pacientes en esa fase de recuperación”.
La situación de pandemia que vivimos en la actualidad está aumentando los casos de depresión. Y este hecho, sumado a la reducción de las visitas a los especialistas por parte de pacientes más prudentes con sus salidas por el virus, puede provocar un empeoramiento en la salud cardiovascular que no sean detectados de manera temprana.
Por todo ello, nuestros especialistas advierten que una vez identificado cualquier síntoma de depresión, ésta debe ser tratada por los especialistas en Psiquiatría, que son quienes mejor pueden ayudar al paciente en este aspecto, y establecerán el tratamiento más adecuado para que la recuperación cardíaca sea más satisfactoria, rápida y completa. “Afortunadamente, las estrategias de tratamiento son seguras para los pacientes cardiológicos”, explica el doctor Alegría.
Pero entonces ¿cómo podemos cuidar nuestro corazón y, de paso, nuestra salud mental? El doctor Torres asegura que debemos evitar y/o controlar a toda costa factores de riesgo como la obesidad, el sedentarismo, demasiada azúcar en la sangre, el colesterol, la hipertensión y el tabaco. “La prevención es la mejor fórmula para cuidar nuestro corazón”, añade.
Por tanto, una dieta sana y equilibrada, baja en sal y rica en vitaminas, ejercicio diario (se recomiendan 10.000 pasos al día) y un control regular de la hipertensión y el azúcar pueden ayudarnos, y mucho, a mantener nuestro corazón sano y fuerte.
No está de más recordar que en el Hospital Universitario de Torrejón existe una Unidad multidisciplinar de rehabilitación cardiaca, formado por un equipo multidisciplinar y una perspectiva de tratamiento a medio-largo plazo, cuyo objetivo son aquellos pacientes han superado la fase agua de una enfermedad cardiovascular. Estos programas abarcan una evaluación cardiológica y física estrecha con tres pilares fundamentales: la prescripción individualizada de ejercicio físico, control de los factores de riesgo cardiovascular y apoyo psicosocial a aquellos pacientes que han sufrido un evento cardíaco.
En el Hospital Universitario del Vinalopó, por su parte, cuenta con un amplio grupo de profesionales en el Área del Corazón, que conforman Cardiología clínica, Electrofisiología, Cirugía Cardíaca y Hemodinámica.