En la Comunitat Valenciana se detectan cada año más de 160 nuevos casos de cáncer de cérvix, una enfermedad que representa el segundo tipo de cáncer más frecuente en mujeres después del de mama. Según nuestros especialistas, las revisiones ginecológicas habituales y la realización de citologías vaginales cada 3 años ayudan al diagnóstico precoz del cáncer de cuello de útero, uno de los tumores donde más eficaces son las medidas preventivas.
El cáncer de cuello de útero
Un cáncer es un crecimiento desordenado de células que forma una masa tumoral, que invade tejidos y vasos y que acaba comprometiendo seriamente la vida del paciente.
En la actualidad, se conocen factores que parece que poseen un papel más o menos importante en el desarrollo del cáncer de cuello de útero. Entre ellos destacan:
- Infección por el virus papiloma humano (VPH): es la causa más importante en el desarrollo de un cáncer de cérvix. Estos pueden causar verrugas o papilomas. Estos virus se transmiten de persona a persona durante las relaciones sexuales. Es importante resaltar que la mayoría de las mujeres con infección por VPH no desarrollarán un cáncer de cérvix. Generalmente la infección desaparece sin ningún tratamiento, gracias a que el sistema inmune de la mujer ha sido capaz de destruir los virus.
- Virus de la inmunodeficiencia humana (SIDA): las mujeres infectadas por este virus son más propensas a desarrollar un cáncer de cérvix, ya que al tener su sistema inmune dañado, no son capaces de destruir el virus papiloma humano.
- Factores sexuales: la precocidad en el inicio de las relaciones sexuales y la promiscuidad sexual aumenta el riesgo de cáncer de cérvix. Probablemente, en relación con la mayor frecuencia de infecciones.
- Otras enfermedades de transmisión sexual: parece que la infección por el virus del herpes genital puede incrementar el riesgo de este cáncer.
- Tabaquismo: las mujeres fumadoras poseen dos veces más riesgo de desarrollar cáncer de cérvix que las no fumadoras.
Síntomas del cáncer de cérvix
Las lesiones precancerosas del cérvix así como las fases más tempranas del cáncer, generalmente, no causan ningún síntoma. Sólo se detectan si la mujer acude regularmente a su ginecólogo y se realiza un estudio específico para detectar dichas lesiones (test de Papanicolau).
Cuando el tumor está más avanzado, los síntomas que con mayor frecuencia aparecen son los siguientes:
- Hemorragia vaginal anormal: esta hemorragia aparece entre reglas o tras las relaciones sexuales. En mujeres menopáusicas cualquier sangrado vaginal debe ser consultado con el ginecólogo.
- El dolor o las molestias durante las relaciones sexuales indican la existencia de problemas que deben ser consultados.
Estos síntomas también pueden ser debidos a enfermedades benignas. Sin embargo, si aprecias cualquiera de ellos es importante que acuda al especialista para el diagnóstico y tratamiento de su causa.
La prevención fundamental para evitar el cáncer de cérvix
Por este motivo, la prevención es fundamental para detectar y evitar a tiempo el cáncer de cérvix. La gran mayoría de los cánceres de cuello de útero se desarrollan a partir de cambios premalignos en las células. Existen, por tanto, dos maneras de evitar la enfermedad:
- Se pueden prevenir las lesiones premalignas
- Detectarlas y tratarlas antes de que estas lesiones invadan en profundidad.
Revisiones cada tres años
Las revisiones ginecológicas habituales y la realización cada dos tres del test de Papanicolau permite el diagnóstico de las lesiones premalignas, de tal forma, que su tratamiento evita que estas evolucionen a lesionesmás graves.
El test de Papanicolau o citología cérvicovaginal sigue siendo la prueba más adecuada y empleada para el diagnóstico de lesiones precursoras de cáncer de cuello uterino, frente a otras pruebas disponibles en la actualidad.
Test de Papanicolau o citología cérvico-vaginal
El test de Papanicolau es una prueba sencilla, no dolorosa que se realiza durante el examen ginecológico de rutina. Mediante una espátula se obtienen células del fondo de la vagina y del ectocérvix. Con un pequeño cepillo redondeado se toman células del interior del cuello.
La citología cérvico-vaginal permite el diagnóstico precoz del cáncer de cuello uterino y por tanto debe efectuarse a todas las mujeres, especialmente a aquellas que están en edad fértil.
La citología cérvico-vaginal, interpretada y diagnosticada por el Patólogo, es el único método diagnóstico que ha logrado reducir drásticamente la mortalidad por cáncer de cuello uterino en los últimos 50 años. Con este procedimiento pueden detectarse infecciones producidas por el Papilomavirus Humano (HPV), que son las causantes del cáncer de cérvix (cuello uterino).