No debemos normalizar los escapes de orina. “Las pérdidas de orina tienen un alto impacto en la calidad de vida de los y las pacientes, pudiendo causar depresión, ansiedad y aislamiento social”, asegura el doctor Daniel Martínez, del Hospital Universitario de Torrejón. Y es que, en muchas ocasiones, la incontinencia está relacionada con el estado del suelo pélvico y para prevenir la incontinencia es importante evitar los factores de riesgo y ejercitar la musculatura de esta área en todas las etapas de la vida, especialmente antes y después de los embarazos, cirugías y en la menopausia.
El pasado lunes se conmemoró el Día Mundial de la Incontinencia y la Endometriosis. Aunque no tienen por qué estar relacionadas, para el tratamiento de ambas es importante el cuidado y fortalecimiento del suelo pélvico.
Según la Asociación Internacional de Continencia (ICS) entre el 20 y el 30% de la población general tiene problemas de incontinencia, aunque sube hasta el 30-40% en las personas de mediana edad y hasta un 30- 50% en las personas mayores, tal y como explican desde la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Universitario de Vinalopó (Elche). Desde el hospital Ribera Povisa añaden que hay más mujeres que hombres afectados por este problema, llegando a sufrir incontinencia en algún momento de su vida 6 de cada 10 mujeres.
“El cuidado del suelo pélvico resulta fundamental para prevenir la incontinencia. Además, una vez hay incontinencia, recuperar el tono de toda la musculatura del suelo pélvico va a condicionar que la recuperación pueda ser completa y más rápida”, asegura el doctor Álvaro Escuder, del Servicio de Rehabilitación del Hospital de Denia. Desde la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital del Vinalopó explican que “tener un suelo pélvico competente ayuda a evitar esos molestos escapes que aparecen ante determinados esfuerzos, ya sea toser, estornudar, reírse o durante la actividad física”.
Qué puede provocar incontinencia
¿Cuáles son los principales factores de riesgo que influyen en la debilidad del suelo pélvico? Las unidades de Suelo Pélvico de los hospitales universitarios de Vinalopó (Elche) y Torrejón y la del hospital Ribera Povisa advierten de los siguientes:
- Estreñimiento crónico: el esfuerzo producido a la hora de defecar puede dañar el periné.
- Deportes de impacto: la práctica de algunos deportes, como correr asiduamente o los ejercicios de saltos, pueden provocar un aumento repetitivo de la presión intrabdominal.
- Trabajar con pesos excesivos: por el aumento de presión que se produce en el organismo.
- Enfermedades respiratorias: como la tos crónica o el asma.
- Embarazo: en esta etapa la musculatura de la zona se resiente por la presión y estiramiento que sufre.
- Parto: sobre todo si se trata de un parto traumático, ya que la musculatura perineal se estira durante el parto vaginal para que el bebé salga al exterior. En el caso de las cesáreas, también se daña el suelo pélvico, ya que hay que cortar los músculos abdominales que le ayudan en su función de amortiguación. Por ejemplo, si los abdominales tienen falta de tono, el suelo pélvico tendrá que trabajar el doble, además del sobreesfuerzo durante el embarazo.
- Menopausia: En la perimenopausia las mujeres perdemos calidad del colágeno de nuestro cuerpo (incluido el del suelo pélvico) y firmeza, de modo que se produce debilidad.
- Obesidad: el sobrepeso puede dañar y debilitar los tejidos que sostienen los órganos pélvicos (como la vejiga, útero y recto).
- Intervenciones quirúrgicas: a nivel abdominal (como una cesárea) o intervenciones ginecológicas, ya que generan cicatrices y espasmos musculares que hacen que el suelo pélvico no sea competente. En el caso de los hombres, las intervenciones relacionadas con la próstata.
- Herencia: aunque tiene poca incidencia, es un factor a tener en cuenta para reforzar la prevención. Puede influir el hecho de tener tejido conjuntivo de mala calidad.
- Mala postura: no le damos suficiente importancia, pero el hecho de mantener una postura correcta, con la espalda recta y la zona abdominal firme, ayuda a cuidar el suelo pélvico.
Son muchos los hospitales que tienen unidades del Suelo Pélvico, como los hospitales universitarios de Vinalopó (Elche) y Torrejón y el hospital Ribera Povisa, que están especializadas en la prevención, buen mantenimiento y recuperación de este conjunto anatómico tan importante y al que tan poco caso hacemos durante gran parte de nuestra vida. En Vinalopó, por ejemplo, el servicio de Rehabilitación del Hospital del Vinalopó cuenta con la figura de una fisioterapeuta especialista en pelviperineología (Suelo pélvico).
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