El próximo 31 de marzo volvemos a vivir el famoso cambio de hora, una práctica que llevamos haciendo desde nada más y nada menos que 46 años y que en el último año ha sido muy cuestionada. ¿Realmente se ahorra tanta luz como nos cuentan? ¿Aprovechamos mejor la luz solar por las tardes?
Hasta el momento, existen varias teorías acerca del supuesto ahorro energético, tanto a favor como en contra. Lo que sí está claro es que este desfase afecta al ritmo biológico, ya que a nuestro cuerpo le encanta la rutina como a los animales. El cambio de hora supone pequeñas alteraciones que afectan más a los niños, a los ancianos y a las personas que suelen sufrir de migraña o tener fuertes jaquecas.
La madrugada del 30 al 31 de marzo los relojes se adelantarán una hora, a las 2 a.m. serán las 3 a.m. Nos “quitan” una hora que no nos “devuelven” hasta la llegada del otoño. Sin embargo, el cambio de hora en octubre suele afectar mucho más. La luz es uno de los mayores estímulos que regula el sueño y, de repente, encontrarse con una hora menos de sol cada tarde afecta a la gran mayoría.
Consecuencias del cambio de hora
A continuación te contamos todos los cambios que puedes ir notando los días posteriores al cambio de hora, los cuales están relacionados, en su mayoría, con el sistema nervioso central:
- Desajustes del sueño.
- Cambios de humor e irritabilidad.
- Cierta dificultad para mantener la concentración, la atención y la memoria.
- Descontrol en los horarios de las comidas.
- Cambios en el tránsito intestinal.
Consejos para afrontar este pequeño jet lag
- El ejercicio puede ser nuestro mejor aliado, ya que aumenta los niveles de serotonina y hace que nos estabilicemos mucho antes.
- Como todo en esta vida, la actitud es lo que más importante. Tomárselo con humor es la mejor medicina.
- Para que el sueño se estabilice es conveniente acostarse y levantarse a la misma hora, al menos durante los primeros días.
- Una cena ligera ayudará a conciliar mejor el sueño. Evita el consumo de cafeína y de cualquier tipo de bebida excitante a partir de las 4 p.m.
Si finalmente, la Comisión Europea optara por eliminar el horario de invierno y dejar permanentemente el de verano, nos evitaríamos estos desajustes biológicos, pero durante el invierno, la mayoría de trabajadores comenzarían su jornada laboral de noche. Con lo cual, cualquier decisión tendría sus ventajas y sus inconvenientes.
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