El sueño es una parte fundamental de nuestra salud y bienestar. Sin embargo, para muchos, dormir no siempre significa descanso, y en ocasiones se debe a un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo: la apnea del sueño. Esta condición puede tener graves repercusiones en la salud si no se trata adecuadamente. Por ese motivo, en esta entrada al blog de salud del grupo sanitario Ribera, hoy vamos a explicar qué son las apneas de sueño, sus causas, factores de riesgo, síntomas y cuándo es importante acudir a un especialista.
Además, tal y como explica el doctor Miguel Mayo, coordinador de la unidad de Otorrinolaringología del hospital Ribera Juan Cardona (Ferrol), “las apneas del sueño pueden darse a cualquier edad, incluso en niños”.
Qué es una apnea de sueño
La apnea de sueño es un trastorno en el que la respiración se interrumpe de manera repetitiva durante el sueño. Estas pausas respiratorias pueden durar desde unos segundos hasta un minuto, lo que provoca que el cuerpo se despierte brevemente para reanudar la respiración normal. Estos microdespertares suelen pasar desapercibidos, pero impiden que la persona logre un descanso profundo y reparador. “El problema es que, al no respirar adecuadamente, el oxígeno en sangre disminuye, lo que afecta al descanso, a las funciones básicas del organismo y a la salud general”, tal y como explica el doctor Mayo.
Existen dos tipos de apnea del sueño:
- Apnea obstructiva del sueño (AOS): es la más común y ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan demasiado, bloqueando las vías respiratorias.
- Apnea central del sueño: Es menos frecuente y se produce cuando el cerebro no envía señales adecuadas a los músculos que controlan la respiración.
Por qué se produce la apnea de sueño
La apnea obstructiva del sueño se origina cuando las vías respiratorias se obstruyen o colapsan de forma parcial o total durante el sueño. Esto puede deberse a múltiples causas, entre las que destacan:
- Obesidad: El exceso de grasa alrededor del cuello puede ejercer presión sobre las vías respiratorias, dificultando la respiración durante el sueño.
- Anatomía del cuello: Algunas personas tienen amígdalas grandes, una lengua más gruesa o un paladar blando caído, lo que facilita la obstrucción del aire.
- Envejecimiento: A medida que envejecemos, los músculos de la garganta pierden tonicidad y pueden colapsar con mayor facilidad.
- Factores genéticos: Las personas con familiares que padecen apnea del sueño tienen mayor riesgo de desarrollarla.
- Consumo de alcohol o sedantes: Estas sustancias relajan excesivamente los músculos de la garganta, lo que aumenta el riesgo de obstrucción.
En el caso de la apnea central del sueño, las causas suelen estar relacionadas con problemas neurológicos o afecciones cardíacas, ya que el cerebro no regula adecuadamente el control de la respiración.
Factores que predisponen a la apnea de sueño
Algunos factores aumentan la probabilidad de desarrollar apneas de sueño, tales como:
- Edad: A partir de los 40 años el riesgo aumenta, aunque puede aparecer a cualquier edad.
- Sexo: Los hombres tienen más probabilidad de sufrir apnea del sueño que las mujeres, aunque en las mujeres el riesgo aumenta después de la menopausia.
- Obesidad: Es uno de los factores de riesgo más importantes.
- Fumar: Los fumadores tienen un mayor riesgo de apnea obstructiva del sueño debido a la inflamación y la retención de líquidos en las vías respiratorias superiores.
- Condiciones médicas preexistentes: Hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares son más comunes en personas con apnea del sueño.
Síntomas que ayudan a detectar la apnea de sueño
Muchas personas con apnea del sueño no son conscientes de que tienen el trastorno, ya que los síntomas ocurren mientras duermen. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Ronquidos fuertes: Es uno de los signos más evidentes, aunque no todas las personas que roncan tienen apnea del sueño.
- Pausas en la respiración durante el sueño: En muchos casos, el compañero de cama es quien nota estas interrupciones.
- Despertares bruscos con sensación de ahogo: Las personas con apnea pueden despertarse súbitamente jadeando o con dificultad para respirar.
- Somnolencia excesiva durante el día: La falta de sueño reparador causa un cansancio persistente durante el día.
- Dolores de cabeza matutinos: La falta de oxígeno durante la noche puede provocar dolor de cabeza al despertar.
- Dificultad para concentrarse o cambios en el estado de ánimo: La falta de sueño afecta la capacidad de concentración, la memoria y el estado de ánimo, pudiendo causar irritabilidad o depresión.
Cuándo hay que acudir al especialista
Es crucial acudir a un especialista en salud si se presentan algunos de los síntomas descritos, especialmente la somnolencia diurna excesiva o las pausas respiratorias durante el sueño. La apnea del sueño no tratada puede derivar en complicaciones graves, como hipertensión, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 e incluso accidentes por quedarse dormido al volante.
“En los niños, las apneas del sueño pueden afectar al rendimiento escolar o al desarrollo, provocar problemas de crecimiento, problemas dentales o incluso problemas conductuales”, tal y como explica el especialista del hospital Ribera Juan Cardona, quien destaca también otras riesgos y complicaciones en personas mayores como el deterioro cognitivo y un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además del otorrino, un especialista en trastornos del sueño puede hacer estudios como la polisomnografía, que monitorea las etapas del sueño, la respiración y el nivel de oxígeno en sangre, para confirmar el diagnóstico y establecer el tratamiento adecuado.
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