Ha llegado el frío y con él, la resistencia de muchos de los virus que nos enferman y nos complican la salud (y la rutina). Pero si un simple constipado puede resultar molesto para cualquiera, la versión “complicada” en un bebé puede suponer su ingreso o, como mínimo, la visita a Urgencias. Sí. Hablamos de la temible bronquiolitis que, según los pediatras, ya es epidemia en los bebés menores de dos años.
Tos y mocos pueden dar paso, como explica la jefa del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario del Vinalopó, Simona Mas, a problemas para respirar y hasta para comer, provocar fiebre, decaimiento y también apneas. Esto es la bronquiolitis, “una infección vírica que inflama las vías respiratorias de los niños más pequeños”, según explica nuestra especialista.
Las Urgencias de los hospitales se llenan estos días de bebés a los que hay que poner una mascarilla con oxígeno y administrar medicación con inhaladores o por una vía durante unas horas. En los casos más graves, en bebés muy pequeños, en prematuros, niños con una cardiopatía o inmunodeprimidos, generalmente suele suponer su ingreso, puesto que es necesario darles oxígeno y alimentación por suero durante unos días. Y aunque no nos gusta exagerar, en casos extremadamente graves, se decide el ingreso en la UCI de estos pequeños. Sobre todo en los antes comentados, las consecuencias de una infección son graves. La dificultad para respirar, incluso en casos en los que se manda al niño a casa con medicación, puede prolongarse hasta tres semanas.
Según la Sociedad Española de Pediatría y la Asociación Española de Pediatría esta “epidemia” de bronquiolitis podría alargarse al menos otras seis semanas. Pero es fácil que vuelva a producirse otro pico de casos en los meses de febrero y marzo. En España se detectan cada año alrededor de 100.000 casos de bronquiolitis en niños menores de dos años y durante los meses de invierno es la principal causa de hospitalización en este rango de edad. Entre un 15 y un 20% de los niños con bronquiolitis es hospitalizado.
La experta consultada por YoSalud, jefa del Servicio de Pediatría del Hospital del Vinalopó, asegura que cuando se detectan estos síntomas en un bebé hay que ir inmediatamente al hospital. Y si nos mandan a casa, “no forzar la alimentación, dar líquidos a pequeñas tomas, despejar la nariz de secreciones, levantar la cabeza y dar antitérmicos”. Pero la doctora Simona Mas insiste en la importancia de la prevención. “Son muy importante las medidas higiénicas, como lavarnos las manos antes y después de tocar al bebé o sus cosas pero también evitar acudir con bebés a lugares muy concurridos o con muchos niños que pueden estar constipados. “Tenemos que intentar no exponer a los bebés a personas acatarradas, ni siquiera a sus hermanos mayores”, insiste, porque lo que para un niño más mayor puede ser un simple constipado, para un bebé puede suponer su ingreso.
La doctora Mas recuerda también que la lactancia materna protege a los bebés de estas infecciones y que es importante no fumar delante de los niños.
Vídeo jefa del Servicio de Pediatría del Hospital del Vinalopó, Simona Mas. https://youtu.be/klWElVV_BQ4