¿Se cogerá al pecho o no se cogerá? ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Se habrá quedado con hambre? ¿Me dolerá? ¿Hasta cuándo es conveniente mantener la lactancia materna? Estas son algunas preguntas clásicas de las madres primerizas o que se plantean por primera vez dar el pecho a su bebé. Y aunque no hay recetas mágicas ni fórmulas magistrales que garanticen el éxito en la lactancia, la intención de la madre, una buena información y el acompañamiento de la familia y los profesionales sanitarios en los primeros días de la lactancia contribuyen, sin duda, a que esta etapa de la crianza sea muy beneficiosa para el bebé y su madre
Durante esta semana se celebra en Europa la semana mundial de la lactancia materna. Y la elección de la fecha no es casual, como nos explica la supervisoradel Áreade Atención Integral a la Mujer del Departamento de Salud de Torrevieja y Vinalopó, Elisabeth Ramírez: “Se escogió entendiendo que si un embarazo comienza el 1 de enero, la semana más probable de parto y, por tanto, de inicio de la lactancia, es la 41, la primera semana de octubre”. El lema de este año es “Emponderémonos. Hagamos posible la lactancia materna” para que entre todos (organizaciones, gobiernos, empresas, familias y parejas) colaboremos para que la lactancia tenga más posibilidad de ser un éxito.
Porque sí. La OMS, Unicef y la Asociación Española de Pediatría recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses. “Y completando con el resto de alimentos hasta los dos años o hasta que la madre y el niño deseen”, puntualiza Elisabeth Ramírez. Si no es posible, por diferentes circunstancias ajenas a la voluntad de la madre, no pasa nada grave, puesto que la alimentación infantil ha evolucionado mucho. Pero sin duda, y así lo resaltan todos los estudios, los beneficios de la lactancia materna van mucho más allá de alimentar al bebé. Nuestra matrona especialista y supervisora del Área de Atención Integral a la Mujer lo explica muy bien. “Tras el nacimiento concurren una vorágine de sentimientos a flor de piel, dudas, miedos y contextos sociales y familiares que pueden favorecer o entorpecer la lactancia materna”, explica, y para superarlos, nos facilita algunos consejos prácticos para afrontar la lactancia con mayores garantías de éxito.
- El dolor NO es normal.Si duele puede ser debido a una mala posición o a un defecto en el agarre.
- Las grietasprobablemente sean el problema más frecuente, pero no deben considerarse como “normales”. Se producen por un defecto en la técnica de amamantamiento (postura o agarre incorrecto) y pueden verse agravadas por otros factores. No hay productos para prevenirlas y la única forma de curarlas es la corrección de la técnica y mantener aireada y seca la zona.
- Practicar el “piel con piel” de forma segura es beneficioso tanto para iniciar el vínculo tras el parto como para la instauración de la lactancia materna. Tener a tu bebé cerca no sólo facilitará tener disponible el pecho siempre que lo necesite sino que desencadenará una cascada hormonal materna que facilitará el proceso. Además, te facilitará poder atender a las señales precoces de hambre.Recuerda, no se malacostumbran a los brazos y al cariño de sus padres, lo necesitan y además es beneficioso.
- Tras el parto se produce un período de adormecimiento en el recién nacido. En la medida de lo posible, si no hay ninguna contraindicación, se debe intentar ofrecer el pecho en la primera hora de vida, cuando tu bebé estará en un estado de alerta tranquila y más receptivo/a.
- El calostro alimenta. Es “oro líquido” para los más pequeños. Contiene sustancias beneficiosas que les protegerán, entre otros, de infecciones, especialmente a los bebés prematuros. Recuerda que su estómago, los primeros días es muy pequeño y con el volumen que cabe en una cucharilla de café es capaz de saciarse en las tomas del primer día. Inicialmente se deberían asegurar un mínimo de 8 tomas efectivas en 24h. La leche materna se digiere rápidamente y es frecuente que pidan a menudo.
- Por debajo de los 3 kg hablaremos de facilitar al bebé una alimentación “a demanda frecuente” e intentaremos ofrecer con cierta asiduidad procurando no superar las 3h entre toma y toma. En los bebés con mayor peso (y sin incidencias objetivables en la lactancia materna) se ofrecerá el pecho “a demanda”, sin contar los minutos en cada pecho. Contabilizar el tiempo y realizar restricciones del tipo “10 min en un pecho y 10 min en otro” puede conllevar una medida contraproducente para el bebé. Esta limitación horaria puede hacer que algunos de ellos no tengan tiempo suficiente para extraer la cantidad que necesitan. La gran mayoría se sueltan del pecho cuando terminan la toma. Sabrás qué prefiere tu bebé conforme os vayáis conociendo. Confía en tu instinto.
- Aunque para el bebé mamar es un proceso instintivo, necesita un ambiente tranquilo. Las visitas masivas no son recomendables, especialmente si interfieren de forma directa o indirecta en la lactancia y más durante el comienzo de la misma. Inicialmente, muchos bebés pueden necesitar varios intentoshasta que se consigue un agarre óptimo. La paciencia y la información son herramientas clave.
- Si te encuentras con la “subida de la leche”, tus pechos pueden presentarse duros, calientes y doloridos. El pezón se aplana y es más complicado el enganche. Evita aplicar calor. Es un proceso inflamatorio y vascular y aplicar calor puede agravar más el cuadro. Realiza un “masaje de estimulación” previo para movilizarla leche y favorecer su salida: Puedes llevar a cabo la técnica de “presión inversa suavizante” sobre la areola mamaria para favorecer el enganche y ofrece a menudo a tu bebé para que vaya aliviando la congestión mamaria.
- Variar las posiciones de amamantamiento3puede ser muy útil para vaciar todos los cuadrantes de tu pecho y para mejorar molestias. Puedes ayudar al vaciado durante la toma realizando la técnica de “compresión mamaria” mientras tu bebé se alimenta. Aplica frío local durante unos minutos después de la toma para aliviarte.
- Sólo se debe suplementar por prescripción médica y, si se indica durante los primeros días, se recomendará evitar el uso de tetinas convencionales pasando a ofrecer la suplementación con jeringa o vasito. En la medida que se pueda se recomienda suplementar con la leche materna extraída de la propia madre, estableciéndose en esas tomas lo que se conoce como “lactancia diferida”.
¿Y cómo sabemos que la lactancia evoluciona bien? Durante las primera semanas, las visitas a la matrona o al pediatra son frecuentes y ellos nos ayudan a superar dudas y sentirnos cada vez más cómodas y tranquilas con la lactancia de nuestro bebé. Pero hay señales inmediatas que nos confirman que todo va bien:
- El bebé hace caca que va cambiando a partir del 4º-5º día de color oscuro (meconio) a color mostaza y de consistencia líquidas/grumosas.
- El recién nacido hace suficiente pipí. ¿Y cómo lo sé? Elisabeth Ramírez nos cuenta un truco: El bebé debe realizar en 24h tantas micciones como días de vida durante la primera semana. Por ejemplo: 1 pipí/24h el primer día, 2 pipís/24h durante el segundo día de vida, 3 pipís/24h durante el tercer día de vida… y así sucesivamente hasta que a partir del 5º día deben realizar una media de 5 o más pipís/24h.
- Nuestro pequeño tiene buen aspecto general. No irritable
- Y aumenta de peso. Tras el nacimiento se produce una pérdida fisiológica de peso (hasta un 10% del peso del nacimiento se considera normal al alta hospitalaria) que se recupera alrededor del 15º día de vida donde se debe haber alcanzado o superado el peso del nacimiento.
Feliz semana mundial de la lactancia materna.
Sin duda es muy importante que el bebé esté correctamente alimentado para que este se desarrolle sano y fuerte.
Muy interesante el artículo. Gracias por los consejos. Saludos.
Muchas gracias por toda la información que impartes. Es muy útil. ¿Sabías que la medicina China, a través de la moxibustión, ayuda en los casos de mastitis y/o poca leche materna? Así es, con resultados muy eficaces.