La próstata es una glándula del aparato genitourinario masculino, del tamaño de una nuez, situada en la parte anterior del recto y que envuelve la uretra. Mañana, 15 de septiembre, se conmemora el Día Europeo de la Salud Prostática y por ello, los especialistas de los Hospitales Universitarios de Torrevieja y Vinalopó (Elche) recuerdan la necesidad de realizarse revisiones preventivas a partir de los 50 años.
“La edad recomendada para empezar una revisión preventiva son los 50 años, salvo en aquellos casos que presenten antecedentes familiares, en cuyo caso se recomienda comenzar antes”.
La próstata puede sufrir varias enfermedades, aunque la más conocida y temida es el cáncer de próstata, la más común es la hipertrofia benigna de próstata que afecta al 50% de varones de 50 años y llega a registrar un porcentaje del 80% de varones mayores de 80 años.
Con el paso del tiempo, la próstata sufre una serie de cambios en su estructura que incrementan su tamaño y alteran su forma, lo que en ocasiones origina una lenta obstrucción de la salida de la vejiga y la modificación progresiva de la forma de orinar.
En ocasiones, pueden aparecer infecciones de orina provocadas por el hecho de que la vejiga nunca se vacía del todo, o incluso se puede llegar a sangrar al orinar. En casos más avanzados, la vejiga es incapaz de vaciarse y acumula grandes cantidades de orina lo que puede produce ir deterioro progresivo de los riñones.
Para mantener una buena salud prostática, es recomendable su revisión anual a partir de los 50 años. Además es aconsejable evitar la obesidad, mantener una alimentación sana baja en grasas y rica en fibra, disminuir el consumo de alcohol y evitar el tabaco.
Tecnología de vanguardia para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata
El Servicio de Urología del Hospital Universitario de Torrevieja incorporó recientemente el uso del “Láser verde” quirúrgico para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, una tecnología quirúrgica que reduce las complicaciones y el tiempo de estancia hospitalaria con un importante beneficio para el paciente.
Se trata de una técnica que consigue una rápida recuperación ya que el paciente recibe el alta a las 24 o 48 horas de la intervención. El uso del láser permite acortar el tiempo en el que es necesario llevar una sonda urinaria y también reduce la necesidad de transfusiones.
El haz de láser produce la evaporación de uno a dos gramos de tejido prostático por minuto, permite una correcta visualización en todo momento de la zona que se está operando, evita el sangrado y es capaz de obtener resultados inmediatos. Además, debido a que actúa a menos de 1 mm de profundidad, se reducen considerablemente los síntomas de irritación que provocan otros procedimientos antiguos.
Además, esta intervención puede ser realizada en aquellos casos en los que el paciente toma fármacos antiagregantes y tiene menos complicaciones en personas que toman Sintrom.