Receta de gazpacho andaluz para combatir el calor

En estos días en los que el calor aprieta, nuestro cuerpo necesita menos calorías para mantener la temperatura, nos movemos menos y hacemos más “extras” en la dieta (helados, cerveza, picoteo…). Este cambio puede influir negativamente en nuestra salud, por ello, es conveniente no dejar el ejercicio a un lado y llevar una buena alimentación.

Como ya comentamos en un anterior artículo, es importante mantener los horarios de desayuno, comida, merienda y cena. No picotear y optar por agua antes que por refrescos comerciales, entre otros consejos.

Siguiendo esta senda de buenas prácticas y propuestas alimentarias para el verano, la doctora Pilar Luna, Jefa del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital Universitario de La Ribera, nos trae una receta de la dieta mediterránea, el gazpacho andaluz.

Esta sopa fría nos ayudará a reponer agua y minerales y es baja en calorías si somos “ordenados” con la cantidad de aceite.

Aquí tenemos la “fórmula magistral” que incluye:

  • 1 kg de tomates rojos de pera
  • 250 gr de pimiento
  • 250 gr de pepino
  • 50 gr de pan
  • 30 cc de aceite virgen de oliva
  • 7 cc de vinagre de vino de buena calidad
  • Sal al gusto

Modo de elaboración

Comenzamos lavando bien y secando las hortalizas. Pelamos los tomates y eliminamos las pepitas.

Después, troceamos el pimiento y pelamos el pepino eliminando también las pepitas centrales. Con esto, lograremos que la digestibilidad del plato mejore en algunas personas.

Mientras preparamos las hortalizas, ponemos el pan en remojo con el vinagre.

En esta receta, no incluiremos ajo, pero hay un truco para conseguir ese punto de sabor. Ponemos 1 litro de aceite junto con 4 o 5 dientes de ajo, a la semana, el aceite esencial del ajo habrá pasado al aceite dándole su sabor, y no nos sentará mal.

A continuación batimos todos los ingredientes, añadimos agua fresca (1,5l.) y lo dejamos enfriar para servirlo fresco.

Si respetamos la cantidad de aceite, la ración no superará las 70 kcal/d, pero si la aumentamos, también duplicaremos el valor calórico del plato.

Consejos saludables

Si el gazpacho andaluz lo tomamos en la comida, podemos añadir otros alimentos que contengan hidratos de carbono como: pan, patatas hervidas o asadas como guarnición o seguirlo de un plato de arroz o pasta.

Las personas que sufren de intestino irritable y sobre todo aquellas que han sido intervenidas de reducción intestinal, deben de colarlo con un colador fino para poderlo ingerir.

Variedades

Hoy en día, los restauradores renovadores, lo realizan de la misa forma, pero sustituyen el tomate por la sandía.

Otra variante es la del gazpacho blanco, realizado con almendras, con un sabor muy rico pero más calórico, aunque sus aportes son con grasas poliinsaturadas (convenientes para los que comen poco pescado).

También podemos comprar los gazpachos ya preparados, revisando ingredientes y valor calórico, ya que algunos son más generosos con el aceite. Su proceso de elaboración hace que sus minerales y vitaminas se conserven casi en su totalidad.

Y los que tengan la suerte de comprarlo fresco o cosechar las hortalizas de su propia huerta, tendrán un plato, de los pocos capaces de reunir: ¡salud, exquisitez y precio!