Un modelo de cirugía moderna

Menos agresiva y dolorosa, las intervenciones con incisiones mínimas están desplazando a la cirugía clásica por su comodidad y rapidez en la recuperación del paciente. Desde que se diera a conocer a mediados de los años 80 la Cirugía Mínima Invasiva (CMI), esta práctica se abre camino con paso firme y continuado entre las alternativas quirúrgicas para resolver problemas de salud cada vez mayores.

Estas que explicamos a continuación son las últimas técnicas que se han aplicado en nuestros hospitales:

  • En Urología, el Hospital de Alzira ha realizado recientemente la primera intervención en España de Microcirugía Percutánea, la más avanzada técnica quirúrgica para eliminar las piedras en el riñón. Este novedoso procedimiento, mínimamente invasivo, permite tratar los cálculos renales con láser a través de una pequeña incisión de 2-3 milímetros en el riñón y con el soporte de una microcámara. Según los expertos, la Microcirugía Percutánea se consolidará dentro de unos años como una de las mejores alternativas en el tratamiento de las piedras en el riñón, junto a las técnicas que ya emplea este centro, como son la litotricia extracorpórea o la ureteroscopia flexible.
  • En Cardiología, los Departamentos de Torrevieja y Vinalopó han incorporado la angioplastia para oclusiones coronarias totales crónicas en pacientes mayores de 35 años que permite evitar la cirugía de bypass coronario. Esta intervención consiste en introducir un catéter (tubo largo y delgado) a través de una arteria de la pierna. Con el fin de dilatar la arteria ocluida, este catéter lleva incorporado un pequeño “globo” o “balón” en el extremo, que se infla en el lugar de la obstrucción para restaurar el flujo sanguíneo. El procedimiento se completa con la colocación de una malla metálica en forma de tubo conocido como “stent”. La complejidad de este tipo de procedimiento radica en que el vaso sanguíneo se encuentra completamente ocluido, hecho que dificulta el acceso del catéter, llevándose a cabo una maniobra “a ciegas”. Es, por este motivo, por el que se requiere la utilización de material específico y técnicas y habilidades poco habituales.
  • En Cirugía Vascular es destacable también las dos nuevas técnicas que recientemente ha desarrollado el Hospital Universitario de La Ribera. Por un lado, la THD o Desarterialización Hemorroidal Transanal contra las hemorroides, que acelera hasta un 70% la recuperación, y la angioplastiaque evita la amputación en el 70% de los pacientes conarteriopatía periférica, esto es, con úlceras y lesiones avanzadas en los pies.
  • Subrayar que solo cuatro hospitales públicos de la provincia de Alicante realizan Cirugía Bariátrica o Cirugía de la Obesidad, entre los que se encuentran los hospitales del Vinalopó y Torrevieja. En esta unidad están implicadas las especialidades de medicina interna, endocrinología, nutrición, psicología y cirugía con el fin de ofrecer al paciente una atención integral.  El enfermo sigue un circuito clínico en el que es sometido a pruebas diagnósticas y a un riguroso control que finaliza con la decisión final de un Comité Quirúrgico de Obesidad que, de forma mensual, determina qué pacientes son candidatos a someterse a la intervención y cuál es la técnica a emplear. Actualmente se practican técnicas de alta complejidad como la Gastrectomía tubular, Bypass gástrico y Cruce Duodenal, quedando estos dos últimos tipos de intervención reservados para casos con índices de masa corporal muy altos.

Técnicas similares a las anteriores han ido ganando terreno en los últimos años a la cirugía clásica por las ventajas que ofrece al paciente. Entre las más destacadas se encuentran:

  1. Menos dolor. Una intervención a través de una abertura mínima, -que puede ir de unos milímetros a uno o dos centímetros-, se traduce en menos dolor postoperatorio, menos analgesia y menos curas de enfermería para tratar las heridas.
  2. Menor riesgo de infecciones. Dada la menor exposición de la zona intervenida, también se reduce la probabilidad de infección que tienen las heridas de cirugía abierta.
  3. Evita la anestesia general. Los procedimientos de CMI, menos agresivos para el paciente, pueden evitar la anestesia general. Y muchas intervenciones se pueden efectuar con anestesia local o sedación.
  4. Resultado estético. Las cicatrices apenas son visibles, razón por la que estas técnicas han registrado una gran aceptación en entre las especialidades quirúrgicas.
  5. Postoperatorio más corto. La duración del postoperatorio y la estancia del paciente en el hospital son más cortas, lo que le permite acabar de recuperarse en casa, de manera más confortable, y reincorporarse antes a sus actividades cotidianas.