Nunca las Matemáticas, la Ciencia de datos o las Ciencias Exactas han tenido tantos “novios”. Hasta hace unos pocos años, Matemáticas era la carrera elegida por los amantes de esta ciencia aunque en su mayoría, veían su destino claramente ligado a la enseñanza. Algo parecido ocurría con la Ciencia de Datos. La Informática siempre ha tenido una aplicación más transversal, pero tras su auge en los 90, se estancó en el mercado laboral y ha sido en los últimos 10 años cuando su cotización se ha disparado, gracias al despegue de nuevas tecnologías vinculadas a la inteligencia artificial, el desarrollo de aplicaciones y, con la pandemia, a la obligada digitalización de cualquier ámbito de la vida cotidiana, incluida la Sanidad.
Adrián Belso, lead data scientist en futuRS, la filial tecnológica del grupo sanitario Ribera, es matemático, tiene 28 años y empezó a trabajar en el grupo como becario de sistemas de la información. Muy poco después fue contratado como business intelligence developer y al cabo de un año ascendió a lead data scientist. Ha crecido personal y profesionalmente en futuRS a una buena velocidad. “En Matemáticas es todo muy teórico, y todos nos preguntamos en algún momento para qué vale lo que aprendemos. Las matemáticas son preciosas, pero ¿a dónde me llevan? En cambio, la salud es algo real y tangible, y en un hospital te das cuenta enseguida de la utilidad de lo que haces”, explica convencido.
Así que él decidió enfocar sus conocimientos matemáticos en los proyectos de salud digital del grupo Ribera. Dentro del equipo de Cynara Care, la historia clínica modulable de Ribera, Adrián participa en el desarrollo de los modelos predictivos –como el aplicable a pacientes Covid y su ingreso en UCI- que ha implementado el grupo en sus distintos hospitales y centros de salud, dando respuesta a las necesidades de profesionales y pacientes mediante el procesado inteligente de datos clínicos. “En un hospital te das cuenta enseguida de la utilidad de lo que haces y del valor que tiene tu trabajo”, asegura, al tiempo que afirma rotundo que “lo que se hace en concreto en el sector de la salud es apasionante”.
Y es que el trabajo de un matemático o de un informático va mucho más allá del desarrollo de aplicaciones y soluciones tecnológicas. Los equipos de trabajo de futuRS tienen un valor añadido, fruto de la experiencia contrastada de sus profesionales, a partir de un living-lab tecnológico propio con más de 20 años de historia en los ya ocho hospitales y más de 100 centros sanitarios que gestiona el grupo Ribera. Por eso futuRS se especializa en el desarrollo de aplicaciones, modelos y soluciones tecnológicas, pero centrándose en el ámbito de la atención socio-sanitaria, con el fin, según explica su Deputy Chief Information Officer, Pablo González Moro, de “mejorar la atención a los pacientes y también facilitar la toma de decisiones por parte de los profesionales, gracias al real world data, el uso de algoritmos y la inteligencia artificial”.
Una verdadera mina, poco explorada aún, para matemáticos, científicos de datos e informáticos. FutuRS ha despegado con fuerza desde su constitución, hace apenas dos años. La prueba está en que en solo año y medio ha contrado a más de 170 profesionales de más de 20 nacionalidades y acaba de abrir nueva oficina en Madrid, que se suma a la sede de Elche. Y en la actualidad, busca medio centenar de perfiles profesionales de desarolllo de software (con diferentes tecnologías como .NET, NodeJS o Java), de operaciones IT (administradores de sistemas y de BBDD); y para el área de producto y gestión.
A Adrián, el trabajo le divierte, “aunque también es un reto constante para sacar adelante proyectos novedosos”. Asegura que “no es nada rutinario, porque cada día surgen iniciativas, cambios y mejoras y, además, hay que investigar y reflexionar sobre cada propuesta”.
Pero ¿qué hacen en su día a día y que han hecho los profesionales de futuRS?
Entre las soluciones propias desarrolladas desde el embrión de lo que hoy es futuRS y en la tecnológica tal y como hoy la conocemos destaca la Historia Clínica Electrónica (uno de sus hospitales fue el primero en aplicarla de manera integral); el Population Health Management, con aplicaciones para conocer, en tiempo real, el estado de salud de la población y personalizar planes de salud; y los modelos predictivos, como el que se ha desarrollado recientemente junto a Microsoft, para detectar con antelación qué pacientes Covid pueden acabar en la UCI, y adelantar tratamientos, evitando el agravamiento en su estado de salud.
Fran Rico, coordinador en los hospitales universitarios de Torrevieja y Vinalopó, gestionados por el grupo Ribera, recuerda cómo muchos de los actuales directivos de Futurs empezaron como técnicos o programadores. Él lleva doce años en el grupo, primero vinculado directamente a los hospitales y ahora, a la tecnológica, pero ligado a los centros sanitarios. “El sector sanitario requiere de un plus adicional y la exigencia es máxima para poder ayudar a los pacientes. Pero todo eso compensa el esfuerzo del día a día”, asegura. Y es que su formación tecnológica le ha permitido adentrarse en mundo de la salud digital, que plantea nuevos retos cada día. “Empecé mi trayectoria en el grupo Ribera hace 11 años como Técnico de Sistemas y desde entonces he podido participar en diferentes proyectos”, explica.
Adrián sabe que su trabajo está cambiando ya la vida de miles de pacientes. “Y cuando un enfermero o un médico te dice que lo que haces es muy útil, que les ha servido mucho, resulta muy satisfactorio”.