La alimentación y la salud de nuestra boca y dientes están íntimamente relacionados. No en vano, la boca es la puerta de entrada de los alimentos y bebidas que ingerimos cada día. Qué comemos y en qué cantidades condiciona, sin duda, no solo la estética sino el bienestar de nuestra dentadura y mucosas. Una dieta baja en azúcares, sal y grasas, más un consumo frecuente de frutas y verduras es perfecto para nuestra salud bucodental. Así lo recomiendan los profesionales de Ribera Dent, la división dental del grupo sanitario Ribera, a todos sus pacientes en las revisiones periódicas y también a la hora de realizar tratamientos de estética dental, blanqueamientos, pero también en odontopediatría, endodoncias y otras intervenciones.
La presencia de azúcares simples en la dieta provoca que la boca se convierta en un medio más ácido, contribuyendo a la desmineralización de la superficie del diente y haciéndolo más susceptible a la aparición de caries. Por ejemplo, se deben evitar los zumos diarios en los niños (porque tienen mucho azúcar), los snacks, las galletas con relleno y hacer un uso correcto del biberón a partir de la salida de los dientes.
Además, las vitaminas K2, A y D, junto con los minerales como el magnesio y el calcio, juegan un papel fundamental en el desarrollo y mantenimiento de unos dientes y encías fuertes y sanos. Estas son una de las explicaciones y recomendaciones que da la Guía de Nutrición que publica el Colegio de Higienistas de Madrid sobre por qué deberíamos evitar al máximo un determinado tipo de alimentos y consumir en mayor cantidad otros.
Los mejores alimentos para los dientes
Espinacas, col rizada (o berza), brócoli y lechuga, además de frutas como los arándanos azules y los higos y los quesos (no hace falta que sean muy grasos) tienen vitamina K2, que “actúa juntamente con la vitamina A y la vitamina D, activando y fabricando proteínas como la osteocalcina que se encargan de depositar calcio en los huesos y dientes”, aseguran los higienistas de Madrid en esta guía. Con la ventaja, añaden, de que la vitamina K2 evita que este calcio se deposite en las arterias y va directamente a los dientes y los huesos.
También los alimentos con fosfato de calcio son importantes, tanto en las primeras etapas de la vida, para la formación de huesos sólidos, como en la edad adulta y avanzada, para ayudar al mantenimiento de la estructura ósea de todo el cuerpo, pero también de los que sujetan nuestra dentadura. Como alimentos que tienen una cantidad considerable de calcio asimilable, se recomienda la ingesta de sésamo, almendras, higos secos, brócoli, acelgas, chía, chocolate y cacao (puro al 90%).
Es importante, además, consumir alimentos ricos en fósforo, presente en alimentos tanto de origen vegetal como animal, por ejemplo: yogur, leche y queso, pan, arroz integral y avena, pan, arroz integral y avena, nueces, semillas de lino y pipas de girasol, lentejas, alubias blancas y guisantes.
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