Los andrógenos son hormonas que a pesar de encontrarse en ambos sexos, predominan claramente en los varones. Existen receptores de este tipo de hormonas a nivel del folículo piloso de determinadas zonas del cuero cabelludo, con lo que en personas predispuestas su acción puede producir que este pelo se vuelva más fino y frágil (“miniaturización”).
Los fármacos inhibidores de la 5 alfa reductasa, Finasteride y Dutasteride van a actuar a este nivel, frenando el proceso de miniaturización e incluso revirtiéndolo para que el pelo crezca fuerte y más engrosado.
Se trata de fármacos seguros, con abundantes estudios clínicos a lo largo de los años. Son fármacos bien tolerados en general por el paciente, ya que se puede hacer vida normal mientras se toma el tratamiento (deporte, exposición solar…). Es muy controvertida a nivel científico la posibilidad de efectos adversos en la esfera sexual, en caso de producirse serían en un 1% de los pacientes que toman esta medicación y son reversibles tras suspender el tratamiento.
Dutasteride ha demostrado mayor efectividad que Finasteride en alopecias difusas y de predominio a nivel frontal.
Estos fármacos fundamentalmente se toman vía oral pero existe la opción de aplicarlos de forma tópica e incluso en mesoterapia (pequeñas inyecciones de producto en cuero cabelludo).
Los resultados con este tipo de tratamiento suelen comenzar a ser visibles a partir de los 6 meses del comienzo del mismo.
En cuanto al embarazo en la pareja de un paciente que toma estos tratamientos, no habría porqué suspenderlos. Pero con Dutasteride se recomienda uso de preservativo durante los meses de embarazo o bien cambio a Finasteride.
El Dutasteride a día de hoy se usa como fármaco fuera de indicación, puesto que a pesar de la abundante evidencia científica al respecto por el momento no ha sido aprobado para su uso en alopecia.