Semana Santa saludable

Independientemente de si se siguen o no las procesiones, nadie puede discutir el esfuerzo al que someten sus cuerpos los costaleros, nazarenos y penitentes al portar los pasos de Semana Santa por localidades de media España. Si la lluvia no lo impide.

Los largos recorridos y el peso de los tronos o cruces que deben soportar sobre sus hombros pueden producir lesiones graves si no se protege la espalda, las cervicales y las articulaciones antes, durante y después de las procesiones; de ahí la importancia, según recomiendan los profesionales de los Departamentos de Torrevieja y Vinalopó, de un buen control del esfuerzo y calentamiento. Según explican las fisioterapeutas Arancha Villalgordo y Ana Agudo, “podemos prevenir que un dolor agudo, acompañado de una postura incorrecta o de un movimiento brusco, puedan originar una lesión si seguimos unas sencillas recomendaciones”.

En el pasado no había una gran preocupación por la salud de los cofrades, sin embargo, comienza a ser habitual que las hermandades cuenten directamente con fisioterapeutas que les asesoren. Si bien, no van a hacer más ligera su carga, sí evitarán, o harán menores, las consecuencias físicas negativas que les pueda ocasionar.

Estos son unos sencillos consejos para reducir, en la medida de lo posible, lesiones musculares y evitar complicaciones mayores en un futuro:

  1. Beber abundante agua desde las jornadas previas a la celebración de la procesión en la que se va a participar. La hidratación contribuye a evitar roturas fibrilares.
  2. Es recomendable aplicar calor seco en la zona cervical y realizar estiramientos en los instantes previos a la salida del paso, especialmente en la zona cervical y lumbar, así como en la columna vertebral.
  3. Estirar la musculatura de los miembros inferiores. Los penitentes deberán estar muchas horas de pie cargando un importante peso.
  4. Durante la procesión, es muy importante mantener la espalda recta para repartir de manera uniforme el peso del trono.
  5. Utilizar un calzando cómodo y una vestimenta holgada que no produzca ningún tipo de rozadura o pliegue que pueda producir una lesión o herida.
  6. Tras la procesión, es recomendable estirar muy bien la musculatura y poner frío en aquellas zonas en las que haya aparecido una mayor sensación de sobrecarga o dolor. En caso de que transcurridos más de tres días persistan los síntomas, es importante acudir al fisioterapeuta para una primera valoración y tratamiento.

¡Cuídense y disfruten de una Semana Santa saludable!