Su nombre, tan exótico como sugerente, es el único atractivo que tiene el Anisakis. Países como Holanda, Noruega y Finlandia, además de Japón, conocen bien este parásito que, si consigue penetrar en nuestro cuerpo, puede provocarnos vómitos, naúseas y alteraciones en el ritmo intestinal.
En nuestro país la comida oriental, -cada día con más adeptos a este arte gastronómico milenario-, está ocasionando que las infecciones por Anisakis hayan dejado de considerarse ‘raras’ porque el sushi, definitivamente, ha dejado de ser una moda pasajera para entrar a forma parte de la carta española.
Pero no sólo de sushi, sashimi, makis y niguiris se alimenta el hombre. Las larvas del Anisakis viven en el conducto digestivo de muchas especies de pescado como el arenque, la sardina, el boquerón, el bacalao, la merluza, el jurel o la caballa, entre otras. Así que, en la prevención está la clave.
¿Qué hacer para acabar con este ‘intruso’?
- Congelar el pescado a -20 ºC durante 48 horas destruye el parásito (en neveras industriales). En el caso de las neveras domésticas, que tienen menos potencia, el tiempo de congelación debería llegar a los cinco días.
- Cocinar bien todo el pescado, a temperaturas superiores a 60 ºC al menos 2 minutos. Esto significa que los productos cocinados completamente (hervidos o fritos), los ahumados en caliente y los pasterizados son seguros. No lo son los productos ahumados en frío o los cocinados de forma inadecuada a la plancha o en microondas.
- Falsos mitos. ¡El vinagre no elimina el parásito!