Uno de los días más bonitos en la vida de una madre y un padre es aquel en el que pueden tener a su bebé por primera vez entre sus brazos. Es un momento mágico, emocionante, sentimental y hasta abrumador, al ser conscientes por fin de la presencia de un nuevo ser por el que los padres están dispuestos a darlo todo. El día del nacimiento es el día 0 del camino de una vida juntos.
Es por eso que el concepto de parto respetado y la humanización de todo el proceso, también de las cesáreas cuando no es posible un parto natural, está cada vez más presente en los centros sanitarios de toda España. Priorizando la seguridad de la madre y su bebé, en los hospitales del grupo Ribera hay mucho camino avanzado en este sentido. En varios de sus centros, como en los hospitales universitarios de Torrejón, Vinalopó y Torrevieja, se ha instaurado ya el Programa de Parto Respetado, que tiene como objetivo “hacer partícipe a la mujer en su proceso de parto, tener en cuenta sus deseos y preferencias, realizar las intervenciones estrictamente necesarias para el cuidado materno-fetal y neonatal y mantener una relación clínica de confianza entre el equipo y la mujer”, tal y como explica Silva Mateo, ginecóloga del Hospital de Torrejón. Su Programa de Parto Respetado es uno de los más valientes, en el sentido de apostar por el bienestar, no solo físico sino también emocional, de la madre, sin olvidarse de su pareja, y que sin duda beneficia al bebé en su llegada al mundo. Este mismo programa en el Hospital Universitario Vinalopó atrae a muchas familias de dentro y fuera del departamento. Así nos lo confirma la supervisora de Paritorios en este centro sanitario, Carmen Rodríguez. “Desde que la mujer ingresa en paritorio se le explican las actuaciones que vamos a llevar a cabo en todo momento, las opciones disponibles y recomendaciones, siempre con un lenguaje claro y de forma individualizada para cada familia”, asegura.
Se ha demostrado que ese momento es clave para los padres y para el bebé, sobre todo en la etapa que se inicia inmediatamente después, el postparto y lactancia, y también en la forma de afrontar el dolor del parto o las molestias posteriores, el estado anímico de la madre y cómo afrontar los cambios que implica el nacimiento de un bebé.
En hospitales como Povisa, el programa se encuentra en fase de implantación, con la actualización de protocolos que sitúan a la mujer en el centro de la atención, “favoreciendo que pueda tomar decisiones que la involucran en el nacimiento de su bebé”, asegura el equipo de matronas de este centro vigués. En este caso, el volumen de partos es pequeño porque el Servicio de Paritorio se ofrece a los pacientes de aseguradoras y privados, “lo que nos permite dar una asistencia personalizada y basada en una relación de confianza con las gestantes”.
Esa personalización en la asistencia al parto es total, por ejemplo, en el caso de los hospitales de Torrejón y Vinalopó. Silvia Mateo, ginecóloga en Torrejón, nos explica, por ejemplo, cómo las mujeres hacen llegar a su matrona sus preferencias a través de sus planes de parto. “La participación de las gestantes es directa y activa, siempre teniendo en cuenta las circunstancias de cada unidad familiar”, explica esta matrona. En el caso de Povisa, tal y como explica su equipo de matronas, “durante las clases de preparación al parto se les anima a desarrollar su propio plan de parto, ofreciéndoles información sobre las recomendaciones actuales para cada caso, forma que cada madre y padre pueda elegir cómo involucrarse en el nacimiento de su hijo según sus propios deseos”. La supervisora de Paritorios en Vinalopó insiste, además, en la filosofía de todo el Servicio de Paritorio: “Nuestro objetivo es el acompañamiento a las familias y conectar y fomentar el trabajo en equipo con respecto a todos los profesionales implicados en la atención a la maternidad”.
Pero ¿el parto respetado implica la ausencia completa de intervenciones médicas? La especialista en Ginecología de Torrejón consultada responde rotundamente que no. “Respetar el parto es entender el parto como un proceso natural que hay que vigilar y acompañar, sin dejar de ofrecer una atención integral para el cuidado de la madre y su futuro hijo”, explica Silvia Mateo. Así que si hace falta una intervención médica directa para garantizar la seguridad de ambos, esta se produce. El equipo de matronas de Povisa se pronuncia en el mismo sentido: “El adecuado equilibrio entre respetar la evolución de un parto y saber actuar cuando es necesario ha salvado mucha vidas”. Y la supervisora de Paritorios en el Hospital de Vinalopó añade que “se establece con las parejas una relación de confianza cuando explicamos en cada momento qué sucede; y cuando son necesarias las intervenciones médicas, se les explica del mismo modo por qué son necesarias”.
Para los equipos de matronas y ginecólogos de todos los centros sanitarios del grupo Ribera, intentar respetar al máximo las decisiones de las madres sobre el nacimiento de su bebé es clave. Pueden elegir, por ejemplo, qué posición adoptar durante la dilatación o el momento de la expulsión, si desean analgésicos u otras opciones disponibles para el alivio del color y, en varios sus hospitales, hasta la ambientación en la que se sienten más tranquilas, relajadas y cómodas en los momentos previos a la llegada del bebé. Dar a luz en centros como el de Torrejón, Torrevieja o Vinalopó permiten adecuar la iluminación, la ambientación musical y facilitan elementos de mobiliario o complementos para que las mujeres puedan cambiar de posición y ayudarles a hacer de la espera un momento pro-activo que facilite la llegada de su bebé y, al mismo tiempo, menos estresante.